Esta es la historia del pequeño Clark quien no tuvo tiempo para aguantar a Nintendo y un juego que le decepcionó.
Por eso demandó a todos los involucrados en un caso que fue famoso en 1989.
Aquí te traemos el hilo completo del caso.
Además de ser una de las compañías más queridas y revolucionarias de la historia de los videojuegos, Nintendo también es conocido por ser de los más duros…
Son de las empresas menos amigables con sus consumidores.
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Todo comenzó el 22 de octubre de 1989, cuando un alegre padre llevó a su hijo de 9 años a la tienda Child Word en Westport, Connecticut.
El pequeño Clark Thiemann había recolectado latas para reciclar con la esperanza de comprar uno de los cartuchos grises para el NES.
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Al final se decidió por el título de LJN’s Major League Baseball y después de pagar la cantidad de 39.99USD; Clark y su padre, Nick Thiemann, regresaron a casa para inmediatamente soplarle al cartucho e introducirlo en el maravilloso juguete electrónico.
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Eso quiere decir que en vez de los nombres de las más famosas figuras del bateo, la única forma de diferenciar a los jugadores era a través de las estadísticas y los números de los uniformes.
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Tras explicarle el conflicto, Nick hizo algo que muy pocos padres hubieran hecho.
En vez de explicarle que no puede tenerlo todo en la vida; decidió hacerle justicia a su hijo y lo llevó a la tienda para devolver o cambiar el juego por otro que no le causara corajes.
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Ante esto Nick mandó una carta a Nintendo explicando la situación:
“Si no conoces los números de los jugadores, no puedes saber quién es quién. Si yo fuera un niño de 9 años y comprara el juego, quisiera tener a Rickey Henderson en mi equipo. En este juego, es de los Yankees.”
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¿Su reclamo?
Según ellos la caja del juego iba contra el Acta de Prácticas Injustas de Connecticut (CUPTA), la cual prohibía actos injustos y engañosos en acciones de comercio.
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Sin embargo, la mayoría de la gente no estaba del lado de los Thiemann, viendo sus acciones como una exageración y que había cosas más importantes en qué usar su tiempo, calificando a la demanda de frívola.
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Habiendo enfrentado a gigantes como Universal en el caso “Donkey Kong vs King Kong”, Nintendo se encontraba preparado para barrer el piso con los Thiemann.
Los abogados de Nintendo presentaron una moción para descartar la demanda el 18 de abril de 1990. pic.twitter.com/GkTnkoVVfq
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Esto no le importó al pequeño Clark, quien se sentía engañado al no poder crear a su equipo favorito.
Tras varios meses de alegatos, la juez Ellen Burnes dio su veredicto el 28 de diciembre 1990…
Caso desestimado.
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Si bien los Thiemann no ganaron y la actitud del padre se puede ver como predatoria –tomando en cuenta que usó a su hijo para una demanda- el que Nintendo tuviera que poner pie en los tribunales y dar explicaciones al respecto de sus políticas, es una pequeña victoria…
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