El “Hachiko filipino”, que esperó un año a su amo muerto en el hospital, busca nuevo dueño

Manila, 18 oct (EFE).- Desde que su dueño falleció en un hospital de Manila hace un año, el perro Morgan se quedó en las inmediaciones del edificio, esperando la vuelta del amo que no volverá. Ahora ha sido rescatado por una organización que busca a alguien que lo adopte.

La organización Animal Kingdom Foundation indicó en su página de Facebook que lo rescató el 6 de octubre y lo llevó a un centro de rehabilitación en la provincia de Tarlac, unos 100 kilómetros al norte de Manila, donde será vacunado y esterilizado para estar listo para un nuevo dueño.

Su anterior amo, un hombre de avanzada edad, fue ingresado por covid-19 hace un año en el Hospital Universitario Central de Manila, donde falleció.

El perro, sin embargo, se quedó en las inmediaciones de la clínica, el último lugar donde había visto a su dueño, y regresaba cuando los familiares trataban de llevarlo a otro lugar, según la cadena ABS-CBN.

Desde que salió en varios medios, el perro se ha hecho famoso en el archipiélago, donde ha sido bautizado como el “Hachiko filipino”, en referencia al perro de raza akita que esperó durante nueve años a su amo fallecido en la estación de Shibuya, en Tokio, entre 1925 y 1934.

Con el paso de las semanas, Morgan se convirtió en la mascota del personal del hospital, que lo alimentaba y lo nombró Morgan en referencia a la morgue del hospital por la que solía merodear.

Los empleados del hospital prefirieron no informar a las autoridades por miedo a que lo llevaran a la perrera municipal y fuera sacrificado si nadie lo reclamaba, por lo que vivió un año en los alrededores.

La suerte de Morgan cambió cuando un representante comercial de material médico vio su situación y alertó a Animal Kingdoms Foundation, que lo rescató.

En su página de Facebook la organización ha dejado un formulario para quienes deseen adoptar a la mascota y tiene previsto entrevistar a los candidatos para asegurarse de que el perro termine en las mejores manos.

Por: EFE