El GEA y la muerte de Campo Elías

En un charco de sangre, asesinado a puñaladas, con signos de tortura y con un libro quemado sobre su pecho, así fue encontrado el cuerpo de Campo Elías Galindo el primero de octubre en su apartamento, al occidente de Medellín.

Era un reconocido líder social con 69 años de edad, era activista político y profesor de la Universidad Nacional, historiador e investigador social; era un hombre íntegro, de buenos modales, respetuoso y con gran sentido de equidad social, además tenía su propio portal web donde escribía artículos de opinión sobre problemáticas globales, nacionales y locales.

El 16 de septiembre de 2020, Galindo escribió una publicación de alto impacto en su portal de opinión: EPM desata la política local en Medellín, la publicación estaba cargada de argumentos que desnudan con absoluta filigrana investigativa, la conducta del GEA, su influencia aterradora en Antioquia, Medellín y en el país; en su reveladora investigación nos muestra quienes toman las decisiones económicas y políticas en Antioquia, especialmente en Medellín. Galindo hablaba del GEA y de su saber mostrarse como la antipolítica nacional basados en su viejo grito de independencia del alto empresariado paisa respecto al Estado y los controles públicos a todos sus negocios.

En consecuencia, el apoyo que provee debajo de la mesa el GEA o Sindicato Antioqueño a políticos de turno, es la muestra vil de como se manipula a la sociedad antioqueña para concentrar su poder a través de la política tradicional paisa, incidiendo en elecciones departamentales, municipales y en toda la región. El poder que ostenta el Grupo Empresarial Antioqueño, permea todas las esferas de la región: universidades, organizaciones no gubernamentales, empresas y hasta EPM que es la empresa de todos los antioqueños, hacen parte de la lista que quieren seguir controlando desde una esquina con su típico bajo perfil.

Pero ¿por qué la muerte de Galindo beneficia al GEA? Son muchos puntos que salieron a relucir y relacionan su muerte con las críticas abiertas y realistas sobre actos de corrupción y manipulación:

• En 2007 siendo Sergio Fajardo Alcalde de Medellín, le impusieron a EPM unas normas de “gobierno corporativo”, que amarran al representante de los dueños (el alcalde) a los designios de una Junta Directiva llena de conflictos de intereses; es un arma para evitar que el Estado se inmiscuya en los asuntos públicos que la Junta considera privados, un instrumento de privatización que oculta el desarrollo de negocios internos y contrataciones amañadas en la empresa. 

• En 2015 con la elección del Alcalde Federico Gutierrez, el apoyo del GEA fue fundamental, 145 aportantes a la campaña de Fico hacían parte de empresas o fundaciones del Grupo Empresarial Antioqueño, y otros 137 eran empresas vinculadas a otros grupos medianos o grandes, también para continuar con el control político y economico del departamento.

• La derrota del uribismo en la elección de alcaldía en 2019 fue también la del GEA, más aún, teniendo esa fuerza otras cartas diferentes a la del Centro Democrático para ganar el primer cargo público del municipio. El resultado electoral fue la segunda irrupción en Medellín de las Ciudadanías Libres, después de su participación en las elecciones presidenciales de 2018. 

• El uribismo ha tenido desde que existe, una relación amistosa y de cooperación con el GEA, que se ha estrechado este año por haber sido esa fuerza política y ese grupo empresarial los principales derrotados en la elección de alcalde.

• Medellín es el bastión más fuerte del partido de gobierno, el Centro Democrático, orientado por un expresidente detenido e investigado por múltiples delitos; es también la sede de uno de los grupos empresariales más tradicionales y exitosos del país, el GEA; nada se movía antes en la ciudad sin el beneplácito de esas dos estructuras complementarias. -Cita textual portal Campo Elías Galindo-

Estos temas de alta relevancia crean una atmósfera que genera incomodidad al uribismo, al GEA y a grupos políticos que ven como desnudan su estategia y agobian su “status quo” en un mar de dudas, poniendo en riesgo su estabilidad política y económica, pero siempre defendidos por la misma clase polítiquera antioqueña de siempre.

Por consiguiente, cualquier obstáculo que se les presente en el camino, debe ser removido sin importar el precio que esto conlleve, la eliminación de líderes que conocen y difunden la verdad, resulta ser una estrategia cuyos autores hacen confundir entre los intereses que defienden y sus verdaderos propósitos. Todo esto sumado a la oposición que hacen a la Alcaldia de Quintero, evidencian la capacidad de llevar más allá de la moral y la ética, cualquer accción con tal de obtener los resultados que se proponen.

Sin duda, la muerte de Campo Elías deja muchos interrogantes que ni el GEA, ni el uribismo,  ni la derecha gubernamental quisieran explicar, pero que el gobierno tiene que aclarar.

Hoy Medellín llora la pérdida de Campo Elías, hay luto en la academia y tristeza profunda en su familia.