El fútbol enseña. Por Ariel Peña

La destacada presentación de la selección Colombiana de fútbol en Brasil, la cual no lo esperaban la gran mayoría de connacionales, pues nunca se había llegado tan lejos en una copa mundial, es una demostración palmaria de la retroalimentación que tuvo que hacer este deporte, después de 16 años de no ir a un mundial, en donde es indiscutible que en plena eliminatoria para asistir a Brasil se hizo un replanteamiento, por los malos resultados que se tenían en ese momento, nombrando a un técnico extranjero, con muchos pergaminos en su haber como lo es   Pekerman, y eso le valió a la selección de mayores para estar en un sitial de la mayor importancia, en donde el nombre del país se escucha por todos los rincones de la tierra, no por las malas noticias, sino por la excelsa presentación del onceno patrio en Brasil, que hoy es la mejor carta de presentación que tiene el país.

Ariel Peña

Pero así como el fútbol, salió del infierno a la gloria, con respecto al seleccionado Nacional, en dos años, mediante un replanteamiento estratégico. Observando los graves problemas que afligen a Colombia vale la pena preguntar ¿Por qué el país no ha evolucionado en otras materias, como por ejemplo el fin del conflicto armado después de 50 años? Y la respuesta necesariamente se circunscribe a la falta de sindéresis en el tema, porque en todas estas décadas se ha ignorado por parte de la clase dirigente especialmente, junto a historiadores, politólogos, violentologos, grandes medios de comunicación etc, el componente ideológico del conflicto, además de la génesis del mismo, como si la ausencia de análisis fuera una obligación, para abstraernos de la realidad y esperar la paz política como por arte de magia, sabiendo que fue la doctrina marxista leninista quien a través de unas guerrillas terroristas trajo a Colombia todas estas desgracias y sufrimientos, con todas sus consecuencias catastróficas, porque lo primero que se debe saber en un enfrentamiento como el Colombiano es ¿qué piensa? ¿Qué quiere? Y ¿para donde va el enemigo?

Aunque el patriota Cubano José Martí, decía que cuando se convence al enemigo, de que no tiene la razón, se empieza a derrotar, el fin del conflicto en Colombia no está empedrado de buenas intenciones, porque estamos ante una teoría y práctica repugnante, que no se para en pelos, para alcanzar sus objetivos de dominación a la población mediante la violencia, ya que el comunismo totalitario cuyos dogmas abrazan las bandas terroristas de las farc y el eln, por su carácter inescrupuloso, afirman que no importa que su teoría sea la más criminal del mundo, lo que les interesa es que esta sea llevada a la práctica.