La verdad es que todo demuestra que el gobierno en cabeza del presidente Juan Manuel Santos y su ministra de educación, Gina María Parody, no saben para donde van con la educación en Colombia, cada día salen con propuestas folclóricas y pintorescas, que para nada mejoran la calidad de la educación.

Jaime Alberto Mejía Alvarán

Es el colmo que ahora se les haya ocurrido decretar el Día E, como si esto fuera una verdadera estrategia para mejorar la calidad de la educación en Colombia, expidieron el decreto 0325 de febrero 25 de 2015 “por el cual se establece el día de la excelencia educativa en los establecimientos educativos de preescolar, básica y media, y se dictan otras disposiciones”, el cual consagra en su artículo primero: “Día de la excelencia educativa. Los establecimientos de educación preescolar, básica y media, de carácter público y privado incorporarán en su calendario académico un día al año de receso estudiantil, con el objeto de realizar una jornada por la excelencia educativa denominada Día E”. ¿Será que con el decreto en mención, la educación cambió, mejoró? No se puede pretender con normas y desde un escritorio cambiar la educación de un país o pensar en que la excelencia llega, como cree absurdamente el gobierno que la paz llega con una firma y ya. Pueden decretar los días de la excelencia que quieran, pero mientras sigamos con metodologías de educación del siglo XVIII y con planteles educativos precarios para la implementación de metodologías innovadoras en la enseñanza, los más de 320.000 educadores con sus casi ocho millones de niños y jóvenes estudiantes seguirán con su rutina académica.

La revista Semana de marzo 15 de 2015 (edición 1715), en su página 40 dejó muy claras las aspiraciones presidenciales de la ministra de educación, aduciendo “…una novata que empieza a crecer es Gina Parody: maneja un asunto prioritario, la educación, y tiene conocimiento sobre manejo de medios. Fue la figura cuya imagen más creció en las más reciente encuesta de Invamer-Gallup”. De ahí que la ministra esté desesperada ofreciendo computadores, televisores y demás equipos de dotación a los colegios que superen las pruebas Pisa y a los profesores y rectores que se metan en el cuento de la excelencia y califique bien unos ítems propuestos por el ministerio de educación nacional les regalará una quincena de salario. Que forma más infame de engañar a los colombianos repartiendo limosnas como si la calidad de la educación fuera algo que se compra.

Hace pocos días en Medellín se exhibió la lista de los 20 mejores colegios de la ciudad, que vergüenza, entonces… ¿será que los demás colegios carecen de la misma? Por todos lados se hurga cada vez más la discriminación, que forma tan sutil de separar a unos de los otros, obviamente la ciudadanía discriminará aquellas instituciones educativas que carecen del apellido de la excelencia o mejor, que no están en la lista. Los gobiernos actuales hablan de igualdad, de equidad, de excelencia, de inclusión y un etcétera grande de sofismas que sólo sirven para distraer. Ojalá que la educación esté en la agenda pública para los próximos gobiernos locales y exijan al gobierno nacional mayor seriedad en esta materia, no con esas idioteces de ofrecer espejitos y manillas como en los tiempos prehispánicos, la educación debe respetarse y tratarse con altura.

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Redacción Minuto30

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