Federico Gutiérrez

Seguimos todos esperando una respuesta oportuna y contundente por parte de la institucionalidad frente a la realidad crítica de seguridad que vive la ciudad, mientras que, al mismo tiempo, nos estamos viendo obligados a evidenciar y padecer los efectos de la guerra criminal que en Medellín tiene sede.

Federico Gutiérrez

Federico Gutiérrez

Una vez más, debo hacer un llamado para que desde ninguna esfera de la sociedad se desconozca la realidad que está viviendo Medellín.

Si bien los homicidios en la ciudad en el primer semestre del presente año, respecto al mismo periodo de tiempo del 2013, han disminuido un 34%, la reducción que se ha dado en el centro de la ciudad frente a este mismo delito ha sido de un 17%, pasando de 577 homicidios a 413, disminución que, aunque no se debe dejar de reconocer, no es suficiente para seguir dando partes de tranquilidad. 413 homicidios aún representan una cantidad altamente preocupante.

Ahora, el panorama respecto a otros delitos es aún más grave: en cuanto a la extorsión, por ejemplo, si bien no se tienen cifras claras, son cada vez más las denuncias de personas que a diario tienen que pagar considerables sumas de dinero a grupos ilegales que no solo tienen presencia en el territorio sino que tienen el dominio del mismo. Y qué decir del hurto, el cual, en todas sus modalidades, este año, y frente a lo ocurrido en el primer semestre del anterior, ha alcanzado un aumento de un 152%, pasando de 1704 casos a 2602.

En el ambiente se percibe, en la calle se vive y las cifras lo corroboran: el Centro (así como otros sectores de la ciudad) está inmerso en un escenario de disputa por parte del crimen organizado. En este sector es posible encontrar hasta 16 combos, de aquellos comúnmente denominados “Convivir”, los cuales ejercen el control territorial y de las rentas ilegales que les proporcionan los recursos criminales, que además, les permite garantizar su poder militar.

El miedo que se ha generado por explosiones como la del jueves 10 de julio, que al parecer se trató de una retaliación por lo ocurrido cinco días antes cuando, en condiciones similares, explotó una granada en el sector El Raudal, y por otros cuantos sucesos desafortunados, es el producto directo de esa guerra de la que se viene hablando.

La situación no puede seguir así, la ciudadanía, y en este caso especial la comunidad del centro de la ciudad, requiere y demanda por parte de la Administración Municipal acciones y respuestas oportunas y efectivas. Hay que reconocer y valorar los diferentes esfuerzos que ha hecho la Administración por mejorar la seguridad de Medellín. Ha sido de gran importancia, entre otras cosas, el aumento en el presupuesto de la ciudad destinado para la seguridad, el aumento en el número de cámaras, el aumento del pie de fuerza, el aumento en la dotación e infraestructura proporcionada a los organismos de seguridad. Aquí la lucha debe ser es de todos contra el crimen organizado y toda su estructura.

Sin embargo, no deja de ser necesario también seguírsele exigiendo a la Administración; hay mucho por hacer. Esperamos que se siga avanzando en las necesarias inversiones integrales, pero estas deben estar acompañadas de medidas de choque, de decisiones claras y contundentes y, sobre todo, una total decisión y convicción para luchar directamente contra el crimen organizado.

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Redacción Minuto30

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