El vicecanciller alemán, Olaf Scholz, presentó hoy al pleno del Bundestag el paquete de medidas para hacer frente a las repercusiones económicas del coronavirus, que incluye un presupuesto suplementario de 156.000 millones de euros, y que supone la suspensión temporal del «freno de la deuda», regla de oro constitucional en Alemania.

Las medidas implican un abandono de la regla fiscal que impide incurrir en déficit, lo que también debe ser aprobado por el Parlamento.

«Les agradezco que estén dispuestos a discutir y posteriormente aprobar este paquete de medidas bajo presión de tiempo», dijo Scholz en directo ante el Parlamento, donde habló en lugar de la canciller, Angela Merkel, que está en cuarentena.

El también ministro de Finanzas definió la situación como una «crisis que no tiene precedentes para la República Federal de Alemania y un reto para toda la humanidad».

«Es un reto común de la comunidad internacional y por eso Alemania estará al lado de sus socios europeos. No es sólo cosa nuestra, estamos juntos con nuestros vecinos europeos y tampoco olvidamos a los países más pobres», afirmó Scholz.

Sin embargo, agregó que también se trata de un reto nacional en el que se tiene que demostrar que una sociedad abierta es capaz de hacer frente a una situación de esta naturaleza.

«Haremos todo lo posible y todo lo necesario para paliar las repercusiones económicas. Para ello no hay un guión previo», señaló.

Las medidas incluyen un fortalecimiento del sistema hospitalario, al que se le dedicarán 3.500 millones de euros para duplicar sus capacidades, además de instrumentos para ayudar a personas y empresas que se vean en dificultades económicas por la crisis.

El acceso a la ayuda social, que garantiza el mínimo de existencia, se simplificará y los inquilinos que no puedan pagar puntualmente el alquiler no podrán ser desalojados durante la crisis.

«Nadie debe preocuparse por su vivienda ni por su manutención», precisó Scholz.

A las empresas se les facilitará el camino para recurrir a la herramienta de la jornada reducida subvencionada y se les ampliarán los plazos para el pago de impuestos.

Además, se ampliarán los programas de crédito del Banco para la Reconstrucción (KfW) para apoyar a empresas que presenten problemas de liquidez temporales.

A las empresas pequeñas se les otorgarán ayudas de hasta 15.000 euros para hacer frente a los próximos meses y se modificará temporalmente la ley de insolvencia para que nadie tenga que recurrir a ella.

Según Scholz, actualmente Alemania se puede permitir el endeudamiento que implica el paquete de medidas porque, dijo, «nuestra situación en los mercados es buena gracias a que durante años hemos tenido una política fiscal sólida».

La aprobación del paquete de medidas se da por descontada, pues no sólo los grupos parlamentarios de los partidos de Gobierno votarán a favor; la oposición también ha anunciado que lo hará.

EFE

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Minuto30 Agencias

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