Derrotados el martes en las elecciones legislativas, los demócratas aún disponen de algunas semanas para intentar cerrar en el Congreso varios temas importantes para el presidente Barack Obama antes de que se instale la nueva mayoría republicana, en enero próximo.

AFP PHOTO / Saul LOEB

Los legisladores se reunirán a partir del 15 de noviembre en una nueva sesión llamada «lame duck» (con un poder de maniobra menguado). Esto hace referencia a un Congreso donde una mayoría derrotada en las elecciones aún puede intervenir sobre determinados temas.

Los demócratas perdieron el martes la mayoría en la Cámara de Representantes pero aún mantienen su conducción hasta la llegada de la nueva dirección republicana en enero. En el Senado, los demócratas conservaron su mayoría.

«Tenemos una larga lista de cosas por hacer, y poco tiempo para ello», dijo a la AFP Jim Manley, portavoz del jefe de la mayoría del Senado, Harry Reid, quien logró mantener su banca tras una cerrada definición electoral con la candidata ultraconservadora Sharron Angle.

Entre los temas a considerar figura la ratificación por el Senado del tratado de desarme nuclear START entre Washington y Moscú.

«Algunos esperan poder hacer aprobar el texto durante la sesión ‘lame duck’. Los votos (para la ratificación) probablemente estén disponibles», según Stephen Flanagan, un experto del Centro de estrategia y estudios internacionales (CSIS).

Pero los republicanos podrían querer esperar hasta recibir los «refuerzos» de los nuevos legisladores. Para ser ratificado, el tratado debe obtener una mayoría de 67 votos sobre el total de 100 bancas de la cámara alta.

El documento firmado en abril prevé un máximo de 1.550 cabezas nucleares en el arsenal de cada uno de los dos países, o sea una reducción de 30% con respecto al nivel establecido en 2002.

Por otra parte, el presidente Omana sugirió el miércoles durante una conferencia de prensa destinada a analizar los resultados electorales, que el Congreso se prepara a dar trámite a la cuestión del tabú sexual en las fuerzas armadas, que él desea abolir.

La ley denominada «No pregunte, no diga» (don’t ask, don’t tell) está en vigor desde 1993. El Senado había bloqueado su abrogación, reclamada por Obama, en una votación realizada en septiembre pasado.

Además, los legisladores deberían pronunciarse por la prolongación o no de las reducciones fiscales adoptadas en 2001 y 2003 bajo la presidencia de George W. Bush y que expiran a fines de este año.

Los republicanos quieren esta extensión para todos los estadounidenses, pero la mayoría de los demócratas estiman que la medida fiscal no debe beneficiar a las familias que ganan más de 250.000 dólares al año.

«Mi objetivo es asegurarme que no tengamos un alza enorme de impuestos para las familias de clase media», precisó Obama el miércoles.

Por su lado, el jefe de la minoría republicana John Boehner, quien debería suceder a la demócrata Nancy Pelosi en enero en la presidencia de la Cámara de Representantes, reafirmó el miércoles la posición republicana sobre ese tema.

Ambos hombres juraron sin embargo el día siguiente de las elecciones que trabajaran en conjunto.

Por Emmanuel Parisse
WASHINGTON, 4 noviembre 2010 (AFP)

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Redacción Minuto30

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