Resumen: Dos menores murieron tras pisar una mina en Anorí. El hecho refleja la grave situación de seguridad en el Nordeste antioqueño.
La violencia no da tregua en el Nordeste antioqueño. Esta vez, la tragedia alcanzó a dos adolescentes de 15 y 17 años que fallecieron tras detonar una mina antipersonal en la vereda Tacamocho, zona rural del municipio de Anorí.
El incidente ocurrió en el sector Alto del Zapatillo, un área altamente contaminada por explosivos y con fuerte presencia de grupos armados ilegales como el ELN, las disidencias del frente 36 de las FARC y el Clan del Golfo, entre otros actores en disputa del territorio.
Los adolescentes, aunque residían en el casco urbano, frecuentaban la zona para colaborar en trabajos agrícolas.
El alcalde de Anorí, Gustavo Silva, expresó su preocupación por la falta de presencia suficiente del Ejército en estos sectores rurales. “Es una zona extensa, con múltiples limitaciones operativas. Las comunidades viven confinadas por miedo a salir y encontrarse con minas o enfrentamientos”, afirmó el mandatario.
Las autoridades locales lamentaron el hecho y señalaron que estos jóvenes, como muchos otros en condiciones de pobreza extrema, optan por dejar sus estudios para trabajar en minas de oro y ayudar económicamente a sus hogares.
La tragedia ha reavivado el llamado urgente del alcalde y la comunidad para que el Gobierno Nacional refuerce la intervención del Estado en el territorio, no solo en materia militar, sino también con inversión social que permita a los jóvenes alternativas distintas a las del riesgo diario.
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