¿Alguna vez has tenido una ira intensa que te cause muchísimo dolor, una culpa miserable que te estresa y te deprime, un miedo que no puedes soportar o un rencor que carcome tus entrañas? Si hoy te devuelves y tratas de recordar ese nefasto momento, te darás cuenta que en alguna parte de tu cuerpo, ya sea tu estómago, corazón o cabeza, sentiste una sensación muy desagradable que te generó una emoción que te propulsó instantáneamente a sentirte mal.

Pues si reprimes esa emoción, si la guardas tercamente en tu corazón, le das tiempo y espacio a que se quede allí y no la sabes manejar y liberar adecuadamente, probablemente va a generar en ti, además de un bloqueo energético, una enfermedad.

Si te comienzas a auto observar diariamente, te darás cuenta que esa emoción negativa viene de un sentimiento producido por un pensamiento que está basado en una creencia. Existen miles de pensamientos que pasan por tu mente, muchos de ellos positivos y gratificantes que te llenan de energía y alegría y miles más que te causan angustia, estrés y malestar en general.

Por eso, es tan importante comenzar a observar tus pensamientos negativos, los cuales la gran mayoría de veces son repetitivos e inconscientes, ya que ellos se convierten en un patrón de pensamiento que te hace sufrir y aunque te cueste trabajo creerlo este hábito de pensar negativamente, es la causa principal y la raíz de la mayoría de las enfermedades.

Científicamente está demostrado que hay una conexión muy profunda entre tus pensamientos y tus palabras con las diferentes partes de tu cuerpo y tus trastornos emocionales o enfermedades. Esto quiere decir que para cada vivencia que estés experimentando en tu vida, existe un pensamiento que la genera y anticipa y que es la causa directa y responsable de cómo te estas sintiendo. Recuerda siempre que tu tienes el poder de crear sin darte cuenta el mal y la enfermedad en ti misma.

Probablemente esto que te estoy diciendo ya es algo que has escuchado mucho últimamente, pero quizás aún no has entendido bien cómo es este proceso y cómo puedes comenzar a sanarte realmente desde tu interior. A continuación te quiero dar las pautas más importantes para que puedas comenzar a conciencia este proceso:

1. El primer paso a la sanación es amarte a ti misma.

2. La sanación no se produce en el pasado, se produce en el presente. No importa cuanto tiempo lleves viviendo con pautas negativas, con una enfermedad o una carga emocional negativa muy fuerte, ya que lo que has pensado en el pasado se refleja hoy. Lo importante es lo que comiences a pensar, a decir y a verbalizar afirmativamente hoy, porque será lo que cultivarás mañana.

3. Si cambias deliberadamente ese patrón de pensamiento negativo, por uno positivo tus experiencias serán totalmente diferentes, porque el poder que está en tu interior manifestado a través de las palabras es lo que genera bienestar o malestar. Es decir te sana o te enferma, hace que triunfes o fracases, seas feliz o infeliz.

4. Comprende que no es el amor que no recibiste en el pasado lo que a ti te hace sufrir y sentir ese rencor que te debilita y te enferma, sino el amor que en este preciso momento no estás dando. La resistencia a aceptar la realidad debido a ese vínculo obsesivo que es el apego, es lo que te desgasta y te hace sufrir y la rabia, el resentimiento y el miedo que te genera esa resistencia, es lo que te enferma, destruye e intoxica.

5. Concéntrate en el proceso de sanación, no en la enfermedad. La mejor forma de atacar la raíz de la enfermedad es la estimulación continua de tu mente a través de pensamientos creativos de amor y salud, afirmando, visualizando y sintiendo que ya te estás sanando. En lugar de luchar contra la enfermedad debes estimular las fuerzas naturales de sanación que están en tu interior. Por eso, nunca te concentres en la enfermedad ni en el miedo sino en el amor y el bienestar, ya que eso será lo que atraerás a tu vida.

6. Si te quieres sanar lo primero que tienes que entender es que donde hay miedo no puede existir el amor; donde hay rencor, odio y resentimiento no hay paz interior, ni alegría de vivir y es el mejor caldo de cultivo para los trastornos emocionales y por ende para la enfermedad. Tu tienes el libre albedrío de elegir estar en el amor que te libera, oxigena y te da vida o estar en el miedo que te encarcela, te hace sufrir y bloquea tu entendimiento. Cuando cambias esa pauta de pensamiento inconsciente negativo y repetitivo, instantáneamente tu vida y tus experiencias empiezan a cambiar. En este momento empiezas a quererte a ti mismo y comienza tu proceso de desintoxicación, sanación y de liberación de ese yugo mental que distorsionaba tu realidad.

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Redacción Minuto30

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