La poesía “I Heard the Bells on Christmas Day” (Escuché las campanas el día de Navidad) se escribió el 25 de diciembre de 1863, durante lo más encarnizado de la guerra de secesión norteamericana. Fue autoría del famoso poeta estadounidense Henry Wadsworth Longfellow (1807-1882) quien estaba muy afectado por los horrores de aquel conflicto, pues «parecía que el odio prevalecía por sobre todo en aquel momento», afectando incluso a los hombres de buena voluntad.

El poema, hecho luego canción navideña habla de la desesperación del narrador, al escuchar las campanas de Navidad durante la Guerra Civil Americana, que «el odio es fuerte y se burla de la canción de paz en la tierra, y la buena voluntad de los hombres». Pero concluye con las campanas que llevan una renovada esperanza de paz entre los hombres.

En 1861, dos años antes de escribir este poema, la paz personal de Longfellow se vio sacudida cuando su segunda esposa, de 18 años, a quien adoraba, fue quemada fatalmente en un incendio accidental. Luego, en 1863, durante la Guerra Civil Americana, el hijo mayor de Longfellow, Charles, se unió al Ejército de la Unión sin la aprobación de su padre.

Longfellow fue informado por una carta fechada el 14 de marzo de 1863, después de que Charles se fue. «He tratado de resistir la tentación de irme sin tu permiso, pero ya no puedo», escribió. «Siento que es mi primer deber hacer lo que pueda por mi país y voluntariamente daría mi vida por ello si fuera de algún beneficio». Charles pronto fue nombrado teniente pero, en noviembre, fue gravemente herido durante la Campaña Mine Run. Charles finalmente se recuperó, pero su tiempo como soldado había terminado.

Fue por esos momentos difíciles, que lo tenían triste y amargado, que decide plasmar sus sentimientos en un poema, hecho más para el desahogo; justo cuando su hijo acababa de ser herido. Al escuchar Henry W. Longfellow el repicar de las campanas navideñas, finalmente salió del hondo pesimismo que lo embargaba y llegó a la conclusión de que…

…»Dios no es sordo, ni ha muerto aún».

He aquí una traducción de dicha poesía («I Heard the Bells on Christmas Day”):

Escuché las campanas el dia de Navidad
Sus viejos cànticos navideños
Salvaje y dulce las palabras se repiten
De paz en la tierra, y bondad en los hombres
Pensé cómo, mientras el dia llegó
Las campanadas de la Navidad
Ha sonado la canción inquebrantable
De paz en la tierra a los hombres de buena voluntad
Y en la desesperación incliné mi cabeza
No hay paz en la tierra, dije
Porque el odio es muy fuerte y se burla de la canción
De paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.
Entonces repiqué las campanas más fuerte y profundo
Dios no es sordo, ni ha muerto aún
El mal caerá, el bien prevalecerá
De paz en la tierra a los hombres de buena voluntad
Hasta que suenen, cantando de esta manera
El mundo revolvió la noche y el dia
Una voz, una campanada, un cántico sublime
De paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.

El poeta Henry Wadsworth Longfellow confió en que Dios era más fuerte que los conflictos del mundo, y que un día haría prevalecer en la Tierra la paz y la buena voluntad. Para él finalmente “Dios no es sordo, ni ha muerto aún». Es la esperanza que hoy persiste. FELIZ NAVIDAD.

Apostilla: Ésta versión es una de las más bellas (y sublimes) de ésa poesía canción de Navidad, «Escuché las campanas el día de Navidad»:

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Redacción Minuto30

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