Durante la semana pasada, RCN Televisión, anunció un «gran especial» sobre la vida de Diomedes Díaz.

Santiago Jaramillo

Tras verlo, les aseguro que de periodístico e investigativo, «tiene más» un especial de Venezolana de Televisión sobre Hugo Chávez.

Fue un capítulo más de la telenovela; una vergüenza para los que defendemos el valor de nuestra profesión, que es revelar historias de manera imparcial.

Doris Adriana Niño no recibió una canción del Cacique; aunque fue una de sus centenares de «bendecidas», pagó con el mayor precio de los excesos, parrandas, pases de perico y «mucho gustooo» del Cacique de la Junta, terminando en confusos hechos con su propia vida.

Diomedes pagó algunos meses en la cárcel por el crimen y salió en hombros; de esta historia de la vida oscura del cantautor, los medios lo ocultan todo para engrandecer la leyenda vallenata del personaje número 1 en la historia reciente del género misical del vallenato.

Al político se le critica por su moral, al periodista le debe suceder lo mismo; al conocer que la veracidad de lo que informa, es falso y parcial, debería irse y tener la convicción de hacerlo bien en otro espacio, así el prestigio esté lejos y el dinero no sea el «mermelado» de los grandes medios de comunicación del país.

¿Qué tiene que pasar para que por iniciativa propia, los productores de contenidos en los medios de comunicación, nos regalen originalidad y en producto de eso, reciban su anhelado rating?

¡Diomedízate y húndete en el vacío de contenidos de la televisión colombiana!

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Redacción Minuto30

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