Resumen: En un ejercicio de cruda autocrítica, el Deportivo Independiente Medellín calificó como un "fracaso deportivo" el no haber obtenido títulos en 2025 pese a disputar dos finales, anunciando de inmediato una reestructuración de la nómina que incluye la salida de Washington Aguerre, Yeferson Rodallega, Ménder García y Fainer Torijano. Además de rechazar los actos vandálicos ocurridos en la final de Copa y asegurar que trabajan con las autoridades para identificar a los responsables, el club confirmó su clasificación a la Copa Libertadores y prometió la llegada de nuevos refuerzos para convertir la competitividad del proceso actual en campeonatos durante la próxima temporada.
El DIM cerró su ciclo 2025 con un comunicado directo y sin rodeos dirigido a su hinchada. Tras una temporada de alta exigencia, la institución presentó un balance donde, si bien destacó la competitividad del equipo al llegar a dos finales y asegurar un cupo en la Copa Libertadores 2026, no dudó en calificar la falta de títulos como un “fracaso deportivo”.
La dirigencia asumió la responsabilidad de no haber alcanzado el objetivo principal, evitando relativizar los resultados negativos.
En el plano administrativo, el club anunció las primeras decisiones drásticas para la reestructuración del proyecto deportivo.
Se confirmó la salida oficial de cuatro jugadores: el arquero Washington Aguerre, además de Yeferson Rodallega, Ménder García y Fainer Torijano.
Esta “limpieza” en el plantel marca el inicio de una renovación que busca fortalecer la nómina de cara a los retos internacionales del próximo año y la obligación de volver a pelear la liga local.
El comunicado también dedicó un espacio contundente para rechazar los actos vandálicos ocurridos durante la final de la Copa.
Las directivas enfatizaron que la frustración por la derrota no justifica la violencia y aseguraron que están trabajando de la mano con las autoridades para identificar a los responsables individuales.
El club fue enfático en proteger la imagen de su afición general, separando a los violentos de la mayoría que acompañó de forma ejemplar.
Mirando hacia el futuro, el “Poderoso” informó que ya se encuentra en la búsqueda activa de refuerzos para conformar un equipo que esté a la altura de su historia.
La intención es clara: convertir la competitividad mostrada en este periodo en trofeos reales. En los próximos días se esperan nuevos anuncios sobre bajas adicionales y contrataciones que buscarán devolverle la ilusión a una hinchada golpeada por las finales perdidas.
Finalmente, la institución cerró su mensaje con un tono de determinación, apelando a la unión entre el equipo y su gente.
El DIM reafirmó que el proceso deportivo continuará bajo la premisa de la autocrítica y la exigencia máxima, convencidos de que el trabajo constante es la única vía para que el club ocupe el lugar de privilegio que su historia demanda.
Con la Libertadores en el horizonte, el 2026 se perfila como el año de la redención para el equipo rojo de Antioquia.
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