¡Difícil pero no imposible!

El Centro Democrático elegirá en este fin de semana a su candidato a la Presidencia para el período 2018-2022 y cualquiera que sea el ungido tendrá una gran responsabilidad con el partido y con el pueblo colombiano puesto que muy seguramente será elegido Presidente y asumirá el cargo enfrentando una patria polarizada y partida en mil pedazos.

Ese fraccionamiento es debido al horrendo trabajo de un individuo que nunca pensó en su patria como un todo y sí en una repartija de mermelada corruptora para sacar adelante un acuerdo de paz con unos narcoterroristas que, con los incontables recursos que produce el narcotráfico, azotaron a Colombia hasta el 2002 y que en 8 años vieron que con las fuerzas del estado trabajando coordinadas y un objetivo claro, los acorralaron para dejarlos agonizantes como banda delincuencial y escondidos en covachas y en el extranjero cobijados por regímenes antidemocráticos y tan o mucho más corruptos que el que actualmente rige los destinos de Colombia.

El hecho es que tenemos un país descuadernado con una economía agonizante, unos principios pisoteados y en donde el CVY(COMO VOY YO) se entronizó hasta lo más profundo y alcanzó a quienes nunca pensamos que pudiesen caer en ese lodazal de la coima y el soborno para ejercer su majestuoso oficio, como es el de impartir JUSTICIA.

Restaurar la confianza, reparar el hueco fiscal, organizar el estado, volverlo eficiente, eficaz y efectivo, disminuir la burocracia, acabar con esos feudos de los politiqueros corruptos, ególatras y marrulleros que solo buscan su provecho con los recursos públicos, convertir a Colombia en un país en donde desparezcan los escoltas de funcionarios y personajes que creen importante andar con un séquito de guardianes de su integridad cuando, en la mayoría de los casos no son ni importantes ni requieren esos cuidados.

Claro que en la Colombia que gobierna el espurio, todos los ciudadanos estamos amenazados y por consiguiente deberíamos tener un equipo que garantizase nuestra integridad, como lo manda nuestra constitución política.
Ese compromiso que adquirirá ese candidato es monumental puesto que además de enderezar el rumbo y enrutarnos hacia el progreso continuo con justicia real, pronta y verdaderamente justa, deberá conseguir de nuevo la esperanza perdida en estos larguísimos años de mandato de este funesto y torcido individuo, y volver a que los colombianos tengamos el orgullo que recuperamos y mantuvimos vivo desde el 2002 hasta cuando este traidor nos metió en una supuesta guerra con unos facinerosos y decidió que ellos eran merecedores de impunidad por sus crímenes de lesa humanidad y por ese negocio infame del narcotráfico. Más de 50 años de atrocidades perdonadas de un plumazo.

Ni hablar de: Odebrecht, Reficar, Isagen, El Cartel de la Toga, Ecopetrol de mal en peor, las famosas vías 4G que paralizó durante casi cinco años, la vía Ocaña Gamarra y todos esos otros entuertos y negociados que benefician a unos pocos áulicos y funcionarios impolutos, según el rasero del espurio, pero que en la realidad están más untados que vara de gallinero.

Estos eternos años de gobierno han sido el caldo de cultivo para destruir a Colombia como nación democrática y a fe que mirando un poco más lejos creo que estas acciones, la permisividad, el desgreño y todo ese desgobierno y desadministración hacen parte de un plan para impulsar al electorado a elegir mal y entregarle el poder a unos narcoterroristas que han tenido durante mucho tiempo a sus fichas claves entronizadas en la sociedad. Miremos quienes están saliendo del closet de la izquierda y encontraremos unos advenedizos recurrentes y corruptos comprobados. Todos esos tienen prontuario y pasado judicial.

Enderezar este estado de cosas es el compromiso que adquirirá el candidato del Centro Democrático y no puede ser inferior a ello.

Postre: Movilizarse por Medellín hoy es una odisea y es que el comportamiento de los dueños de vehículos automotores es deplorable. Usan las vías para su comodidad y parquean en cualquier parte, detienen el tránsito y lo infartan al disminuir considerablemente el área de las vías y una doble vía la convierten en un solo carril de circulación. Los encargados de la Movilidad y Planeación permiten y propician esto pues lo saben y no toman medidas coercitivas los primeros y los otros permiten usos que requieren espacios de parqueo y no los exigen.