juliana colorado jaramillo

Hace 52 años celebramos en el mundo el Día Internacional de la Tierra y aun no tenemos la conciencia para ser sujetos responsables en su cuidado y protección.

La fecha fue constituida con un propósito claro: concienciar a la humanidad por los problemas que hemos generado como sociedad y que están relacionados directamente con la superpoblación y la contaminación, al parecer sigue siendo un adorno más, en el calendario ambiental del mundo.

Al día de hoy, muchos seres humanos no hemos entendido la dependencia que tenemos con los elementos y componentes que nos rodean y forman parte del planeta Tierra, espacio donde convivimos con una infinidad de especies de todo tipo que nos permiten y nos sirven para satisfacer múltiples necesidades biológicas, económicas, sociales y culturales con las cuales hemos desarrollado nuestra vida actual.

Y la Tierra no nos puede garantizar por sí sola, ni agua, ni aire limpio y mucho menos alimentos suficientes o ecosistemas ricos en biodiversidad, si el ser humano no se ha comprometido con aportar respeto, cuidado y protección al medio ambiente.

¿Entonces cuál es el gran problema que hemos cometido como sociedad? Sencillamente, hemos sido irresponsables y no hemos hecho el adecuado uso de esos elementos naturales en la tierra. Por el contrario, el medio ambiente ha venido afrontando situaciones perjudiciales que han deteriorado las condiciones naturales de la Tierra como: calentamiento global, cambio climático, pérdida de la biodiversidad, deterioro de la capa de ozono, contaminación de las fuentes hídricas, entre otras.

La deforestación de selvas y bosques, ocasionada por la agricultura no sostenible y la explotación maderera es una de las principales amenazas a la tierra. Otra de las formas de devastación es la contaminación del agua y la alta demanda de esta para el consumo humano, pero sin contar con la baja oferta que hay en la tierra por varios factores, el más fuerte, el abuso del ser humano que sin discriminar arroja residuos a las fuentes hídricas, sin importar el daño ocasionado. El 97.5% del agua de mar no es apta para el consumo humano y para el año 2050, se prevé un aumento en la demanda de agua potable hasta del 55%.

Otro de los aportes para que la Tierra no sea el ecosistema perfecto es el desecho de residuos en todo el planeta. En el mundo se generan anualmente 2.100 millones de toneladas de residuos y solo el 16% (es decir, 323 millones, se recuperan) y un 46% (950 millones) se eliminan de manera insostenible, estos datos fueron revelados en un informe de la organización británica Verisk Maplecroft; además, México, Rusia, Brasil, Indonesia, Estados Unidos, India y China, son los países más contaminantes.

En América se produce el 25,3 % de los residuos electrónicos globales y Estados Unidos y Brasil son los mayores generadores de la región, así también quedó registrado en el informe de la organización británica.

Las emisiones de gases se suman a esos problemas que afectan el medio ambiente y por ende al ser humano, pues la polución está directamente relacionada con la salud respiratoria y cardiovascular. China y Estados Unidos son los países que más generan contaminación por CO2, el primero con 10,64 kilotones y el segundo con 5,17, respectivamente.

El cambio climático produce deforestación, destrucción de hábitats naturales, deshielo de los polos y temperaturas extremas, impide el desarrollo sostenible del sistema, se convierte en un obstáculo para erradicar la pobreza y está poniendo en riesgo la seguridad alimentaria del planeta, es algo que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO ha venido recordando constantemente.

La Asociación de Empresas Gestoras de los Transportes Urbanos Colectivos (ATUC), ha asegurado que el uso del transporte público evita hasta cinco millones de toneladas de CO2 al año, por tal razón, que se hace necesaria la preferencia del transporte público y alternativo.

Aportar a la protección del planeta es lo más fácil que se pueda hacer. Frenar el cambio climático y reducir la huella del ser humano en la tierra, es tan simple como aprender a ahorrar energía, desarrollar una correcta recuperación de residuos y saber racionar el consumo de agua.

Que esta celebración del día de la Tierra deje de ser una fecha más en el calendario, para que se convierta en un compromiso de construcción como el que venimos haciendo permanentemente desde la Medellín Futuro, buscando consolidar la ecociudad que soñamos, logrando que esta sea un camino a la protección de nuestro planeta.

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Redacción Minuto30

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