“Desgrecia en Europa”

En el país en donde los dioses descansan en la cima del monte Olimpo (el más alto de Grecia) y el cual estuvo protegido hasta por 12 dioses a la vez, llamados Olímpicos. En la nación que gobernó Zeus, y la cual nombres como: Atenea (diosa de la sabiduría) y Apolo (dios del conocimiento) reinaron, parece haber entrado en un desafortunado alzheimer. La cruzada revolucionaria que se apodera de diferentes sectores del mundo sin resultados positivos llegó hasta Grecia.

Esta vez cambiaron el nombre de Atenea y Apolo, por el de Chávez, sí, lo modificaron por el “nuevo bolívar”. En las imágenes subidas a las redes sociales referente a las elecciones celebradas el pasado domingo 25 de enero en el país heleno, el mundo pudo observar cómo los ciudadanos de este país se tomaron fotos con prendas de vestir alusivas al movimiento chavista-venezolano, inclusive abanderaban en las plazas públicas los famosos “trapos” con el símbolo del movimiento revolucionario llamado: Socialismo siglo XXI.

En el país en donde el búho está constantemente vigilante de la diosa Atenea, divinidad de la sabiduría, un “encantador de serpientes” logró confundir el 35 % de los electores, y terminó venciendo con un partido de izquierda radical en el país de los dioses. Así como se hacen llamar el chavismo y sus socios (izquierda radical). Con ese legado triunfó el movimiento político Syriza.

El joven Alexis Tsipras, ingeniero, y miembro desde su época universitaria de movimientos comunistas, se coronó en el Primer Ministro de Grecia. Gracias a que su partido Syriza logró la mayoría de los votos (el pasado 25 de enero) e hizo coalición con otros movimientos independientes, obteniendo así, la mayoría en el parlamento. Permitiéndoles bajo un gobierno parlamentario elegir el Primer Ministro de su país.

Una vez más al mejor estilo de la democracia llegó a la cúspide poder un movimiento que deja serias dudas por sus propuestas populistas, propias de victorias electorales y derrotas sociales.

El rápido ascenso de Alexis Tsipras deja mucho que pensar, en el 2009 Fue elegido miembro del Parlamento en las elecciones nacionales de ese año, y desde entonces ha dirigido el grupo parlamentario de Syriza. Con tan solo 35 años era el máximo dirigente de un partido político en Grecia.

Aprovechando que el país heleno se encontraba en un completo caos económico, en donde los niveles de desempleo el año pasado alcanzaron el 25 % y la deuda externa crecía desmedidamente, Tsipras, no vaciló en lanzarse a una oposición férrea contra el anterior gobierno, obteniendo la unción divina en las urnas, del otrora pueblo de los dioses.

En medio de la terrible crisis, el populismo fue quien impero en las elecciones en Grecia, permitiendo que un movimiento político a fin a prácticas ideológicas de extrema izquierda se posesionará en el poder.

Lo que preocupa sobre el triunfo de Tsipras en Grecia para la Unión Europea y la OTAN, entre otros, es la ubicación estratégica de Grecia para los intereses de los más poderosos, pues no tener el control político del país heleno pone en vilo a países como Estados unidos, Israel, Japón y los de la Unión Europea.

Grecia limita con Asia y África (por el mar mediterráneo), continentes en donde hay una alta tensión política, religiosa y militar. En estos continentes se encuentran países como Siria, Nigeria e Irak, epicentros del terrorismo mundial, y en donde por estos días grupos como el Estado Islámico, Al Qaeda, y Boko Haram (secuestró 200 niñas el año pasado) se mueven con bastante placer.

Ahora en las redes sociales tras la victoria de Tsipras se expresa “vamos por España 2015”, país que también pasa por una terrible crisis económica, la cual seguramente será aprovechada por los populistas de turno para incidir en las elecciones políticas de este año en España. Esto ha puesto los ojos del poder mundial en el joven líder del movimiento Syriza, ocupando titulares de la prensa internacional por su golpe “democrático” en Grecia; si tan sólo supiéramos quién hay detrás de este vertiginoso ascenso político de Alexis Tsipras para entender la “DESGRECIA DE EUROPA”.