El fútbol profesional Colombiano desde hace varios años ha venido reinventándose, tal vez sea solo el inicio de esa transformación que el deporte rey ha pedido durante las últimas dos décadas en nuestro territorio.

Giovanny Ruiz

En los años ochenta el fútbol nacional fue pionero en varios asuntos correspondientes a las competiciones internacionales a nivel de seleccionados.

Podríamos decir que uno de los primeros capítulos de la historia grande de nuestro balompié, lo escribió el profesor Luis Alfonso Marroquín, con una excelente participación en el sudamericano de 1985 realizado en Paraguay, que permitió la clasificación al mundial de la categoría, desarrollado en la Unión Soviética. Allí se destacaron jugadores como: René Higuita, Jhon Jairo Trellez y Jhon Edison Castaño.

Luego de esta etapa exitosa en el trabajo de divisiones menores de nuestros seleccionados, llego la revolución filosófica y de juego bonito liderada por Francisco Maturana García y “Los puros criollos”. Colombia era para la época el único seleccionado en el mundo, que podía darse el lujo de entrenar con la mayoría de sus jugadores y cuerpo técnico durante el desarrollo de toda la temporada regular, debido a que la mayoría de convocados al combinado patrio, actuaban en Atlético Nacional (Campeón de Copa Libertadores año 1989).

Puede llamarse revolución y liderazgo al trabajo desarrollado por Maturana, debido a que pudo formarse una gran “Escuela” de jugadores y posteriormente entrenadores, que se caracterizaban por desarrollar y defender un estilo de juego que combinaba la marca zonal, con pelota al piso, fútbol de posesión, lateralización del juego, sorpresa con pases filtrados, desmarques de ruptura de delanteros potentes y la mayoría de sus dirigidos con excelente técnica. Al odontólogo antioqueño, se le ha reconocido a nivel internacional como el inventor del doble pívot en la mitad del campo (Freddy Rincón – Leonel Álvarez en su mejor época).

El título de Copa Libertadores de América, la clasificación de Colombia al mundial de fútbol de mayores después de 28 años, la actuación en los siguientes dos mundiales y la consecución de la Copa América realizada en nuestro país en el año 2001, trazaron el camino para las nuevas figuras que hoy por hoy tienen a nuestro seleccionado en el top 5 de las más destacadas del planeta.

La modernidad nos ha llevado a escuchar con frecuencia algunos términos como “Innovación”, entendemos por innovar la capacidad de generar nuevas propuestas o inventos a elementos y estrategias ya en ejecución, en economía es definida como el establecimiento de una nueva función de producción.

El fútbol debido a su contundente impacto social y comercial, tiene la necesidad de estar reinventándose a cada momento, Colombia siempre ha contado con la materia prima (Los jugadores) para desarrollar nuevas propuesta a nivel de seleccionados en el concierto internacional. Dicha materia prima hace que no se tenga ningún inconveniente con los recursos humanos deportivos para la participación en los torneos de selecciones de primer nivel.

Nos atrevemos a decir que lo que pide el balompié colombiano a gritos es una revolución en la planeación estratégica a nivel administrativo y deportivo. La estructura actual de los clubes que participan en los diferentes torneos de la rama profesional, no corresponden a las características en muchos casos ni de clubes aficionados de países industrializados en la competencia del fútbol.

Tenemos los elementos deportivos para realizar innovación en el deporte, pero estamos sumergidos en una delgada línea que nos hace pasar de la abundancia de materia prima para la innovación deportiva, a la improvisación sistemática de los directivos de turno, que utilizan el espectáculo y el sentimiento de los aficionados para engrosar sus arcas, olvidándose de la responsabilidad y el crecimiento del fútbol como deporte de representación internacional.

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Redacción Minuto30

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