El bello municipio de Concepción (del cual tengo el honor de ser su hijo adoptivo), y quienes admiramos y promovemos el estudio de la gesta de nuestro general de División José María Córdova, celebramos el pasado 8 de septiembre su natalicio número 222.

Difícil, por no decir imposible, encontrar en nuestro medio colombiano a un hombre de las calidades militares, políticas y patrióticas del general José María Córdova Muñoz, Libertador de Antioquia, prócer inigualable de nuestra Independencia. Recordemos que Concepción, el hermoso municipio del oriente antioqueño, donde el 8 de septiembre de 1799, nació nuestro general, era, para ese entonces, una aldea incipiente de las tantas de Antioquia, llena de sol, de verde y de vida.

Hoy, Concepción es un próspero municipio, lleno de gentes emprendedoras, amigables y festivas, que llevan muy en el corazón y en su cultura, el glorioso nombre de su hijo predilecto. Obligatorio, debería decirse, el que todos los antioqueños, y en general los colombianos, visitáramos con frecuencia a este municipio, lleno de honor, de belleza natural y urbanística, y que tiene, por cosas del destino, semejante honor.

Contrario al pensar de las gentes, la carrera militar del general Córdova, es fulgurante a todas luces, y se puede glosar, así: el 12 de abril de 1814 (¡de tan sólo 15 años!), ingresó al ejercito como cadete de la Escuela de Ingenieros Militares de la Provincia de Antioquia; se graduó de subteniente, el 5 de julio de 1815; de teniente, el 15 de agosto de 1816; como capitán, el 4 de noviembre de 1817; teniente coronel, el 14 de febrero de 1819; coronel, el 21 de julio de 1821; general de Brigada, el 3 de enero de 1823, y general de División, el 12 de enero de 1825.

Su presencia fue fundamental en las campañas de: el Cauca, en 1815; Cundinamarca, en 1816; la Nueva Granada, de 1817 a 1819; la Costa Atlántica y sabana de Bolívar; del Ecuador y de Pasto; en la Nueva Campaña sobre el Cauca, Patía y Pasto, en 1820; Alto y bajo Perú; del Cauca y Antioquia, en 1829.

En general, se sabe que participó de forma valerosa y definitiva, en más de 40 batallas, entre ellas, una que le entregó el justo y definitivo rótulo de “Libertador”: la Batalla de Chorros Blancos.

Al tenor, recordemos que, aunque el dictador Juan del Corral proclamó la independencia absoluta de Antioquia, el 11 de agosto de 1813, las huestes realistas se reorganizaban en la costa y marchaban hacia Santafé de Bogotá, con una orden clara y precisa: reconquistar el poder español en la gran Colombia.

El plan era invadir a Antioquia, llegando por el río Magdalena bajo el mando de Warleta, y reforzar a las fuerzas de Sebastián de la Calzada, quien debería avanzar sobre Popayán, Cartago, y la vega de Supía; otra flotilla de cuatro buques entraría por el río Atrato, y una escuadra de 11 buques de guerra con 200 infantes de desembarco, saldría de Mompós para atacar la provincia de Mariquita, acercarse a Nare y tomar a Honda. Pero Córdova se interpuso en el plan, derrotando a los españoles en Chorros Blancos, impidiendo la reunificación de los ejércitos del rey, y tronchando así cualquier posibilidad de marchar sobre Santafé de Bogotá a retomar el poder.

Así pues, el 12 de febrero de 1820, el general José María Córdova, acabó con las citadas tentativas de reconquista española, al enfrentarlos y vencerlos definitivamente en Chorros Blancos, sellando así la independencia de Antioquia, Colombia y América. Con esta derrota del ejercito de reconquista española, podemos afirmar que la verdadera independencia de Antioquia se dio ese 12 de febrero de 1820, y no el 11 de agosto de 1813, con la simple proclama y firma de independencia, dada desde un escritorio, más como consecuencia del caos que se apoderó de las colonias americanas en ese entonces, como consecuencia de la dedicación de la corona española a la guerra contra la invasión napoleónica a la península, más que por la verdadera decisión política y militar de las colonias mismas. No sobra decir que la tal firma de independencia fue tan oportunista y baladí, que aún hoy el asunto nos encanta y, cosa curiosa, a la fecha ya son miles los decretos y leyes que se firman en un escritorio, y que en la práctica, ¡para nada sirven!

Queda sustentado, pues, que el general José María Córdova Muñoz, fue el verdadero Libertador de Antioquia, ese 12 de febrero de 1820. Y que fue él, quien selló la independencia de Colombia, al derrotar definitivamente a las fuerzas españolas e impedir su marcha hacia la capital, para reconquistar el poder. Este hecho es suficiente, además de sus múltiples intervenciones militares (y políticas, que será materia de otra columna), para celebrar con alegría y reconocimiento, su feliz natalicio 222.

Honor a nuestro general, y honor a mi pueblo, Concepción, que tuvo la dicha de ser su cuna, y, en parte, forjar su carácter y su genio.

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Redacción Minuto30

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