La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se reunirá este martes con su homólogo cubano, Raúl Castro, y visitará las obras del Puerto del Mariel, que se construyen con financiamiento de su país, en una visita de casi 48 horas a la isla enfocada en temas económicos.

©AFP / adalberto roque La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff en La Habana

Rousseff, quien se encuentra en Cuba desde el lunes en el marco de una gira que también incluye Haití, será recibida por el presidente Castro en el Palacio de la Revolución de La Habana, y por la tarde se trasladará al Puerto del Mariel, 50 km al oeste de la capital.

Brasilia ha aprobado un crédito de 450 millones de dólares para las obras de ampliación y modernización de este puerto, que ejecuta la compañía brasileña Odebrecht con constructoras cubanas.

Esta es la obra de infraestructura de mayor envergadura que lleva a cabo el gobierno de Raúl Castro, quien sucedió en el mando en 2006 a su hermano enfermo, Fidel, y deberá contar en 10 años con una terminal de contenedores, almacenes, una zona industrial y un puerto petrolero.

En coincidencia con la llegada de la mandataria, Odebrecht anunció que firmará un acuerdo con el grupo estatal cubano Azcuba, que controla la producción azucarera, para ampliar la producción en la provincia de Cienfuegos, en el centro-sur de la isla.

El grupo brasileño dijo en un comunicado que «el acuerdo, por un período de 10 años, tiene como objetivo aumentar la producción de azúcar y capacidad de molienda y ayudar en la revitalización» del sector.

Sin embargo, no mencionó detalles del acuerdo ni el monto de la inversión.

La visita de Rousseff, que culminará el miércoles en la mañana, da continuidad al acercamiento bilateral iniciado por su antecesor, Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), quien también visitó Mariel al inicio de las obras .

Dilma Rousseff también podría sostener un encuentro con Fidel Castro, de 85 años, en virtud de la cercanía del padre de la revolución cubana y Lula, así como por su propia trayectoria como ex guerrillera de izquierda que fue encarcelada y torturada bajo la dictadura brasileña (1964-1985).

Rousseff visita la isla cuando ambos países tuvieron en 2011 su mejor año de intercambios comerciales, con la cifra récord de 642 millones de dólares, lo que consolida a Brasil como el segundo socio latinoamericano de Cuba, después de Venezuela.

De esa cifra, 550 millones corresponden a exportaciones brasileñas a la isla.

También podría concretarse un acuerdo de producción conjunta de medicamentos genéricos, para los cuales Cuba ha desarrollado tecnología y Brasil constituye un atractivo mercado, según fuentes brasileñas.

A pesar de la apertura de Cuba al capital extranjero, la única inversión conjunta es la fábrica de cigarrillos BrasCuba, con más de 15 años de funcionamiento.

Esta es la primera visita de un mandatario extranjero luego de la muerte del opositor preso cubano Wilman Villar, de 31 años, en una huelga de hambre el 19 de enero, que desató críticas a La Habana desde el exterior y muestras de dolor e ira entre la disidencia interna.

Se descarta que Rousseff tenga algún encuentro con disidentes cubanos, aunque Brasil concedió visa a la bloguera opositora cubana Yoani Sánchez para visitar ese país, aunque debe obtener permiso del gobierno para salir de la isla, que se lo ha negado anteriormente.

Aunque Rousseff ha incluido los derechos humanos en su discurso político actual, el tema no parece estar incluido en su agenda en La Habana.

«Una condena brasileña altisonante sobre asuntos internos cubanos puede crear una crisis en la relación bilateral y marcar puntos retóricos en la prensa norteamericana pero no harían diferencia positiva alguna en la coyuntura política de la isla», dijo el académico cubano Arturo López Levy, de la Universidad de Denver.

En un análisis escrito sobre el tema, consideró que «Brasil no tiene ni la voluntad política ni la habilidad para cambiar la situación de los derechos humanos en Cuba a través de una política de confrontación».

En todo caso, señala, la influencia de Brasil es «como acompañante de las reformas raulistas».

El canciller brasileño, Antonio Patriota, dijo a la prensa que «no nos parece una situación emergente, hay otras situaciones mucho más preocupantes, como por ejemplo en Guantánamo», en referencia a la prisión de Estados Unidos en esa base en Cuba.

Rousseff partirá el miércoles a Haití, donde Brasil encabeza la misión de cascos azules de la ONU. LA HABANA (AFP)

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Redacción Minuto30

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