Corrupto por no pensar igual

Totalmente prohibido pensar que la política en Antioquia y Medellín, se encuentra con una posibilidad de afrontar los problemas sociales y económicos de una manera diferente a la planteada desde el año 2003.

Juan Caval *

Parece ser un crimen no hablar mal de Luis Pérez y pensar que la campaña de Anibal Gaviria falta a la coherencia y unidad de partido.

Ni hablar de la campaña de Federico Gutiérrez, la cual se dedicó al Uribismo y al día de hoy las encuestas demuestran que esa sombra paternal de carnita y huesitos, no parece ser lo suficiente frondosa para alcanzar el primer cargo en Medellín.

Lo que se debe reconocer de la campaña de Federico, es el respeto por quienes apoyan al señor Luis Pérez, desde allá se trata constantemente de posicionar el nombre del candidato y no desacreditar a los twitteros y ayudantes de las demás campañas.

Caso contrario se vive en la campaña conjunta verde y roja, donde sus seguidores (no sé si los jóvenes de medios) constantemente están atacando a los colaboradores de Pérez y señalándolos de corruptos y vendidos, como si pensar diferente no fuera una posibilidad.

Soy “victima” de esa forma de pensar radical y sin aparentes argumentos, se me acusa de vendido, de colaborador de Pérez, incluso me preguntan cuánto dinero me paga, a lo que siempre respondo con gracia que no sé, cuándo me llegue el cheque contaré cuanta platica me gané por no decir que odio a Lupe. (Aclaro que no lo conozco a Luis Pérez, lo distingo, hablé con él en el año 2003, 5 minutos, cuando acompañaba una campaña al CMJ)

Victima entre comillas, por la razón de no tener esa actitud lastimera y rastrera de un candidato que quiere ganar votos contando que tan pobre era y que tan sufrida es su familia, queriendo ser un ejemplo para la juventud y del minuto de Dios, lo más curioso es que ese candidato en el mismo partido, tiene un espejo y un ejemplo que no anda por el mundo suplicando votos por crecer en la Sierra y ser pobre, por el contrario anda con su cuento de propuestas serias y no quejándose en cuanto medio de comunicación y lanzando acusaciones viejas y sin sentido, además regaladas, es de común conocimiento que esas famosas pruebas se las entregaron, pero le tengo una noticia, si usted se quiere parecer a Bernardo Guerra, le falta mucho camino, además mucho estudio, por el momento su capacidad investigativa no va más allá de limpiar un vidrio y pensar que así se le sirve a la gente.

Yo disfruto cuando la gente toma su tiempo para leerme y luego hace el desgate de tiempo, para insultarme por twitter, es un placer del cual espero que ustedes amiguitos verdes y rojos no me excluyan pronto.

A Lupe, le quemaron todos los cartuchos hace 4 años, nada es nuevo en las acusaciones que salen a diario, ya me las aprendí de memoria, es como una grabadora, en las próximas elecciones le recomiendo a los equipos de campaña que estén en su contra, que graben las acusaciones de la campaña anterior y la presente, y así no se desgastan, simplemente le dan play.

El hecho de no estar de acuerdo con Anibal Gaviria, y no odiar a Luis Pérez, no quiere decir que uno trabaje para una campaña o la otra, eso es tan ridículo como el mensaje de la campaña a la gobernación donde dice que ya lo hicimos ahora lo haremos en Antioquia, nunca entendí que se hizo, sé que se logró una ciudad más insegura que por desgracia le estalló en las manos al señor Alonso Salazar, sé que no se planteó una ciudad sostenible ambientalmente y se trató de mitigar sin éxito, sé que se habló de una capital más educada, pero basta con comparar los resultados de las pruebas de estado para sentir que no es suficiente unos muros muy bonitos.

No entiendo la razón para que señalen a los colaboradores de alguna campaña como corruptos, incluso les dicen que no existen, por eso la semana pasada visité la campaña de Lupe, y encontré un gran movimiento, gente por todos lados, colaboradores, amigos, lagartos, en fin, encontré un sinnúmero de personas con la camiseta puesta, y para asombro de muchos, la cantidad de gente joven me dejó perplejo, como se dice que la gente joven creen exclusivamente en un color de partido por su supuesta transparencia. El caso es que encontré a una de las twitteras que supuestamente es un troll y de mentiras no le vi nada.

Las comparaciones son odiosas, pero cuando visité la sede de Anibal Gaviria, no había tanto flujo, logré contar unos 10 colaboradores, unos 4 policías y unas 2 secretarias, eso fue en el mes de mayo, cuando el candidato nos dejó esperando con los equipos de Medellín tu Cuento, hasta que uno de sus colaboradores más cercano nos informó que no podíamos ser atendidos, que otro día sería. (Estamos esperando el día)

Luis Pérez no lo hizo mal tampoco, jamás nos confirmó la reunión con Medellín tu Cuento, la diferencia fue que no nos dejó esperando, por el contrario repetidamente se disculpó por no poder tener el espacio, Anibal simplemente mandó a decir que estaba interesado.

Federico como el caballero que reconozco que es, nos brindó la oportunidad de entrevistarlo, sin tanto protocolo, vamos a lo que vamos, hablar con la gente de frente.

Yo continuaré en mi twitter muy contento y feliz de que muchos pierdan su tiempo leyendo mis ocurrencias algo descoloridas, pero que no dependen de nadie, de ningún partido y menos de un candidato, a mi si me sale el dicho “A mí no me pagaron yo escribí porque quise” y si algunos se quieren sentir mejor pensando que trabajo para Lupe, pues la verdad lo pueden pensar me tienen sin cuidado, al final de cuentas no diré que lo odio, como tampoco odio a los señores Anibal y Fajardo, simplemente me parece que su coherencia llega hasta donde llega el afán de poder y figurar.

* Juan Caval es crítico político, termina sus estudios en la Universidad de Medellín como abogado, trabaja en el sector privado y adelanta procesos de estructuración en oralidad y concursos que permitan la expresión a través de la palabra. Es asesor de campañas políticas para enfrentar debates de argumentos y actualmente lidera el proyecto Medellín tu Cuento, diseñado como un espacio para escuchar propuestas de ciudad que permitan el desarrollo cultural y social.