En tan solo 5 segundos el alcalde de Medellín le mostró al mundo la radiografía de lo que está pasando en Colombia. El agonizante uribismo, vaticinando su último suspiro, viendo pasar encuestas ante sus ojos que demuestran un sueño ciudadano; ha tenido que echar mano de cada uno de sus viejos alfiles para dar el último coletazo. Después de perder a Medellín que lo tenían como fortín para permanecer en el poder, ahora se lo toman por la fuerza enviando a un inexperto forastero que ha dado visos de las oscuras intenciones que tienen, de que en la agonía terminen perdiendo elecciones, pero con los bolsillos llenos.

El día fatal en que la Procuradora Cabello, exministra de Duque, a las plenas 8 de la noche, ojerosa y con una voz agitada, sancionó al popular y constitucionalmente elegido alcalde de Medellín Daniel Quintero; se evidenció el pisotón que nuevamente la ultraderecha de Colombia le daba a nuestra carta magna, la Constitución de 1991. De ahí en adelante, todo ha sido una seguidilla de acontecimientos desafortunados que tienen que prender las alarmas de nuestros ciudadanos, nuestros empresarios, nuestros gremios y nuestros académicos.

Y es que aunque nuestra Constitución ha sido considerada un poema por su progresismo, por las condiciones en que se escribió, por lo garantista de los derechos humanos, por ser Colombia el país con la geografía más complicada del continente, y esa variable espantosa de guerra y violencia que nos ha acompañado en toda la historia; el sistema político y la baja calidad en la educación ciudadana, han terminado tejiendo un entramado de pisotones y violaciones sin pena ni vergüenza alguna sobre el imperio de la ley.

En medio de una contienda electoral polarizante, donde la gente está demostrando los ánimos de que este país cambie, debido al descontento por la mala administración de la ultraderecha en cabeza de Duque, que hoy tiene a Colombia en el déficit fiscal más grande de la historia y que hará que el nuevo presidente tenga que trabajar por recuperar la confianza inversionista, darle algo de valor al peso, sacar a más del 37,1% de personas de la pobreza, crear infraestructura para el desarrollo del mercado y, sin duda, unir el tejido empresarial roto por la incapacidad del Estado de estimular un ecosistema de innovación. Quedó en evidencia el desespero de ese grupo de representantes del pasado que tienen a Colombia en una situación tan preocupante, que la gente está exigiendo un Cambio en primera.

La alarma de que la procuradora Cabello sea una violadora de derechos humanos, políticos y sociales, que incluso viéndose perdida, quiera suspender al Registrador para poder tener control de las elecciones, da muestra de lo que es capaz de hacer ese grupo que ha mantenido el poder por siglos. La inestabilidad que pueden ocasionarle al país por sostener su ego y sus negocios, nos tienen que llevar a sancionarlos de manera fáctica, real y urgente. Tenemos que salir a votar masivamente en las urnas y de manera decidida, castigar el mal que le han hecho a nuestra patria y avanzar por un nuevo país donde nos corresponda recoger los pedazos, defender la constitución y transformar nuestra historia.

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Redacción Minuto30

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