Es el clima perfecto para la ciudadanía vigilante, de eso estoy plenamente segura. Se acabó la historia de mujeres y hombres sentados en frente de la televisión esperando que los alimente toda su parafernalia grotesca.
El perfecto caldo de cultivo incuba a los y las ciudadanas que se inquietan por sus condiciones, por su día a día, descubriendo que pueden ser veedores, no como una figura legal y acartonada, sino como un deber, una obligación que asumen propia porque en sus manos está el presente.
Dinámicas interdisciplinarias y multisectoriales en los entes gubernamentales, staff y recursos adecuados para el avance de las políticas, pamplinas, P A M P L I N A S. Palabrería rimbombante llena de maquinarias que tapan los delitos de otras maquinarias más grandes en un sistema infinito de corrupción. Hombres y mujeres, en frente de su computador, leyendo, fiscalizando, comentando, formando su propio criterio, benditas las nuevas tecnologías que nos permiten participar y ser escuchados. Ese es el cambio, esa situación actual que nos llena de esperanza.
Lenguaje sencillo, palabras que condensan ideas propias y ajenas, que interpretan el sentir de las mayorías, porque son mayorías las y los que estamos cansados de la desigualdad y queremos evolucionar, es así.
“Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos” Mahatma Gandhi. ¿Qué más puedo escribir?
Solo me queda augurar un final de transformaciones profundas, una luz, esta vez renovadora, al final de túnel. ¿Idealista? ¿Positivista?, quiero y me obligo a creer que soy realista.
*Abogada Representante Legal del Colectivo de Mujeres Jóvenes.
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