Cinco signos para identificar si su hijo está siendo víctima de violencia sexual

Foto: michoacantrespuntocero.com

El país cada día se levanta con más y peores casos de violencia sexual contra los niños. El crimen de Yuliana Samboní, de Sara Salazar y de los miles de menores que han sido violentados sexualmente en Colombia ha alertado a padres de familia en todas las ciudades.

Según datos del ICBF, 23 menores son abusados diariamente en Colombia, es decir, en promedio, cerca de 8 mil 500 niños y adolescentes se registran como víctimas al año.

El conocer estas situaciones sirve para estar más alerta a los signos que ponen en evidencia que un niño puede ser víctima de agresiones sexuales.

El abuso sexual es cualquier práctica o acercamiento inadecuado que puede manifestarse en tocamientos, roces, besos, sexo oral, exposición a la pornografía o penetración. Los niños y adolescentes están expuestos a escenarios de abuso sexual que sus padres o cuidadores no pueden supervisar: la escuela, el colegio, los espacios deportivos, recreativos y religiosos, la casa de amigos o compañeros, entre otros.

Sin embargo en cualquier lugar, incluso en su propio hogar, los menores pueden ser víctimas de este delito.

De acuerdo con Diana Botero Franco, médica psiquiatra subespecialista en siquiatría de niños y adolescentes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, hay una serie de signos alarma que podrían ser indicios de abuso sexual. Estos pueden variar dependiendo de la edad y la clase de abuso.

Para el caso de los más pequeños

Para niños menores de ocho años, existen algunas características físicas y sicológicas que nunca se deben pasar por alto:

1. Anormalidades en su cuerpo:

Enrojecimiento, inflamación, brotes, infecciones urinarias repetitivas y flujo vaginal pueden ser signo de abuso sexual. Revise de manera constante y esté atento a estos cambios.

2. Síntomas de ansiedad:

Pesadillas repetitivas, alteraciones del sueño, distracción o ensimismamiento, cambio en los patrones alimentarios o desgano, no poder tragar y cambios repentinos del estado de ánimo. Hay que tener en cuenta que durante las etapas del crecimiento algunos de estos cambios son normales, pero cuando son repentinos por lo general pueden considerarse un signo de alarma.

3. Interés repentino por temas sexuales:

Conductas auto estimulatorias, juegos de características sexuales o dibujos, preguntas de índole sexual.

4. Nuevos temores:

Miedo a lugares o personas que antes no se presentaban, no querer quedarse con algún adulto o cuidador.

5. Otros síntomas:

Mencionar que tienen secretos o amigos especiales, que aparezca con juguetes o dinero que habitualmente no tienen ni pueden conseguir.

En cuanto a los adolescentes, estos son los signos de alerta

En cuanto a los adolescentes víctimas de abuso sexual, según la especialista pueden presentar episodios de depresión: hablar de muerte o suicidio o autolesionarse, descuidar sus estudios y el aspecto personal.

También pueden sufrir desórdenes alimenticios, abuso de licor o de drogas, promiscuidad y temores repentinos como a quedarse solos con alguien o en algún lugar en específico.

Cómo prevenir

La prevención es fundamental y resulta tarea de los padres y cuidadores de los menores y adolescentes. Ante las alertas se recomienda:

1. Ser cuidadoso con quién se deja a sus hijos. Los depredadores sexuales por lo general son cercanos a algún entorno de sus víctimas.
2. Supervise el acceso a internet de los niños, así evitará que tenga contacto con personas extrañas y material inadecuado.
3. Si va de paseo o algún campamento, verifique la información de cada uno de los encargados, siempre que regrese de sus actividades pregúntele cómo le fue, con quién estuvo, qué hizo.
4. De acuerdo con la edad, es importante que tengan algún conocimiento sobre la sexualidad. Los menores de 8 años deben saber cuales son los genitales, que nadie los puede tocar o quitar la ropa y explicarles que no deben dejarse manipular o amedrentar con regalos o amenazas.