Conveniente. Esa es la mejor forma de denominar el más reciente «error» de la Corte Suprema de Justicia frente a la investigación que adelanta en contra del presidente Álvaro Uribe.

El pasado 14 de septiembre, la sala penal de la Corte Suprema, notificó al presidente Uribe que interceptó, por «error», su número celular por alrededor de un mes, en el marco de la investigación que adelanta contra el Representante Nilton Córdoba por el escándalo del “Cartel de la Toga”.

Según la Corte, el número celular del expresidente aparece como número de contacto, lo que, según ellos, llevó a cometer el «error».

Ninguna explicación de la Corte justifica semejante error. Por un lado, la policía judicial tenía el deber de corroborar que el número celular que iban a interceptar realmente perteneciera al investigado. Con una orden judicial, en cuestión de días el operador móvil hubiera aclarado que dicho número pertenecía a Álvaro Uribe y no a Córdoba. Por otro lado, a lo largo del mes de interceptaciones, la policía judicial debía pasar informes regulares al magistrado que ordenó las interceptaciones, por lo que pudieron parar las interceptaciones en el momento en que se dieron cuenta del error.

La voz de Álvaro Uribe es una de las más conocidas en el país. Es increíble que quienes interceptaron sus comunicaciones confundieran su marcado y conocido acento paisa con el chocoano del Representante Córdoba. ¡De no creer!

Pero más increíble resulta que, a pesar de reconocer el craso error, la Corte decidiera dar traslado a las interceptaciones al proceso que adelanta en contra del expresidente Uribe por manipulación de testigos. Increíble, porque al reconocer que las interceptaciones se hicieron por error, la propia Corte admite que estas no tienen ninguna validez. ¿Entonces por qué dan traslado de ellas a otro proceso?

El presidente salió al paso y dijo que, por error o no, acepta que dichas interceptaciones telefónicas sean trasladadas a su proceso dado que él tiene una responsabilidad pública. Admiro la coherencia del presidente Uribe, quien siempre ha enseñado que lo que se dice en privado se debe poder mantener en publico, pero en esta ocasión debo decir que no comparto su decisión.

Y no lo hago sencillamente porque ningún colombiano puede convalidar que sea la Corte quien viole las garantías de quienes investiga. La Corte Suprema prevarica, pues en una clara violación al debido proceso, atenta contra el derecho a la intimidad y a los principios de finalidad y necesidad.

Permitir que la Corte utilice dichas interceptaciones ilegales es sentar un precedente nefasto. Es abrirle la puerta a que en el futuro la Corte cometa estos abusos contra cualquier ciudadano. Hoy es contra Álvaro Uribe, mañana puede ser cualquiera de los 50 millones de colombianos. Simplemente no se puede aceptar.

Finalmente, ante la polémica, el Magistrado José Luis Barceló declaró que las interceptaciones que la Corte Suprema realizó por «error» a Uribe son legales. Raro sería que dijera lo contrario. El Magistrado que ofreció beneficios jurídicos a alias el Tuso Sierra a cambio de declaraciones contra Uribe, hoy sale a legalizar la ilegalidad. Increíble el ánimo de persecución tan descarado de la Corte.

Entre los más de 62 millones de líneas celulares en Colombia, la Corte justo se equivocó y chuzó el celular de Uribe. ¡Qué «error» tan conveniente!

@andresportillo_

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Redacción Minuto30

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