La estruendosa derrota de Iván Cepeda en el proceso del presidente Álvaro Uribe Vélez lo ha dejado atónito. Casi de inmediato apareció en cuanto medio de comunicación pudo lamentarse por la que ha sido quizá una de las mayores derrotas que le ha propinado la Justicia y prometió, en tono amenazante, que para Uribe “no habría luz al final del túnel”.

Sin embargo, lo cierto es que, en el caso del expresidente, la Fiscalía, para sustentar su solicitud de preclusión, no solo acogió el material probatorio que le fue trasladado desde la Corte Suprema, sino que amplió durante semanas el expediente y escuchó, por fin, el testimonio del “Tuso” Sierra quien fue ignorado en repetidas ocasiones por la Corte, a pesar de reconocer su valor como testigo en numerosas providencias.

Ello sin mencionar que por virtud de la Ley 906, el proceso se ha surtido de forma pública y transparente, permitiéndole a los colombianos conocer toda la verdad del caso, y no solo las migajas que aparecían en las columnas de Coronell, tuiteros “progre” y activistas que por meses fungieron de jueces y defensores de la justicia, para resultar hoy atacándola cuando las decisiones no les son favorables. ¡Vaya coherencia!

Si bien el proceso contra Uribe no ha terminado, esta derrota no pudo llegar en un peor momento para Cepeda y los aúlicos de la oposición que, triunfantes, creyeron que la imagen de Álvaro Uribe Vélez privado de la libertad quedaría impresa en la mente de los colombianos hasta el próximo round en las urnas en 2022, y quienes creyeron que, por virtud de testigos comprometidos, celulares “dañados”, chuzadas “por error” y el favor de una que otra oenegé tendrían asegurada su llegada a la Casa de Nariño.

Pareciera entonces que la estrategia de eliminación del otro, tan popular entre los políticos afines a Cepeda, con el objetivo de alcanzar el poder a través de todas las formas de lucha, no funcionó, ni funcionará: Triunfó Uribe y triunfó el Estado de Derecho, el mismo que nos presume a todos los colombianos inocentes hasta que la justicia establezca lo contrario y el este caso, todo parece indicar que tarde o temprano la balanza de la justicia se volverá en contra de “Don Iván”.

Mientras tanto, todos los ojos del país deberían estar sobre Iván Cepeda: su rabiosa reacción tras conocer el comunicado de la Fiscalía no solo fue una advertencia sino también una amenaza, que debe ser tomada con toda la seriedad del caso, más aún si recordamos que se trata del mismo Senador que hace año y medio recibió, con brazos abiertos, a alias “Jesús Santrich” en las puertas de La Picota y que en su trasegar político se ha relacionado con toda suerte de criminales, quienes paradójicamente nunca le dieron la cara la justicia y prefirieron huir, quizá ayudados por el Senador.

Ojo con el 2022.

@ivanmguzman

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Redacción Minuto30

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