Una familia británica que aún llora la pérdida de un ser querido ha recibido otra dolorosa noticia: tienen que eliminar unas inscripciones personalizadas de la lápida del finado, que incluían un rompecabezas Sudoku y una ecuación matemática. La viuda y los hijos, como no podía ser de otra manera, están indignadísimos.

Según el Concejo Municipal, la decisión de eliminar las inscripciones se tomó con el fin de “asegurar los valores morales y normas del cementerio de la iglesia de St Chad se cumplían correctamente, por el beneficio de todos”. Determinó que la inscripción iba “en contra de las directrices para inscripciones de lápidas” entregadas a todos los canteros, quienes están obligados a enviar una copia de cada lápida propuesta antes de su instalación.
La familia del matemático no sale de su asombro y está verdaderamente indignada. “Es completamente innecesario. Estamos hablando de cinco centímetros cuadrados de un puzzle sudoku y una línea de un una ecuación matemática. Mi marido estaba de acuerdo con ellos, era algo personal para él”, relata la viuda, que está dispuesta a pelear porque las inscripciones se queden donde están. De momento, no hay acuerdo entre la administración y la familia.
No es la primera vez que un cementerio y la familia de un enterrado tienen un tira y afloja por quítame allá alguna cosa de la lápida. En 2011 Petra Dumitru, un anciano rumano, vivió también esta extraña polémica después de su muerte por adornar su lápida con una imagen mostrándole sorbiendo su bebida favorita, pues quería ser recordado “por los dos grandes amores en su vida: el buen vino y su esposa” (por ese orden), lo que provocó que las autoridades eclesiásticas vieran la necesidad de retirarle su última voluntad, por resultar la imagen de un hombre bebiendo “indigna para una tumba”.
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