Resumen: Efraín Juárez llegó a Atlético Nacional entre dudas, pero rápidamente demostró su capacidad. Con un juego ofensivo y resultados contundentes, el técnico mexicano ha transformado al equipo verdolaga y silenciado a sus críticos.
Efraín Juárez, que llegó a Atlético Nacional con toda la resistencia del mundo, sin experiencia como técnico, está cerrando bocas.
Los números de Juárez, sin duda, son impresionantes. El estratega llegó para reemplazar a Pablo Repetto que dejó al equipo en la tercera posición.
Sin embargo, el equipo de Repetto tenía un sistema de juego que no emocionaba, aunque, visto en ese momento, los hinchas preferían a Repetto sobre un inexperto como Juárez.
El estratega mexicano llegó al equipo sin experiencia, sin embargo, la apuesta del presidente Sebastián Arango y del director deportivo Gustavo Fermani, dio resultado.
De entrada Juárez mostró cambios. Atlético Nacional empezó a ser un equipo muy ofensivo y dando libertades.
Precisamente, con el respaldo de Juárez, los laterales Andrés Felipe Román y Álvaro Angulo, se convirtieron en dos hombres cumplidores en defensa y peligrosos en el ataque.
Román y Angulo, son dos de los muchos ejemplos de los cambios de este verde paisa contundente.
El promedio de Juárez en la liga es envidiable. El rendimiento es del 63% y bajo su batuta ha convertido 29 goles en la Liga y solo ha recibido 17 goles.
Ahora bien, de agosto a la fecha Juárez también ha dado cátedra en el manejo de situaciones conflictivas.
Juárez tuvo que enfrentar los actos de indisciplina de varios jugadores en Valledupar, el accidente de Morelos supuestamente embriagado y hasta una sanción de 3 años.
El estratega, en primera instancia no puede entrar al estadio Atanasio Girardot en los próximos tres años, decisión que fue apelada.
Visto por donde se quiera, incluso poniendo el pecho para que toda la presión recaiga sobre él y no sobre los jugadores, Juárez se lleva todos los focos por sus demostraciones.
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