Del don de recuperarnos de circunstancias adversas si que conocemos los caucasianos somos poseedores de una manera apabullante de la resilencia; no es sino irnos una semana atrás y ver cómo la fuerza del río Cauca inundó varios barrios del municipio, dejando a miles de personas sin hogar, con pérdida de sus enseres y con el agua hasta la cintura.

La administración municipal, en cabeza del alcalde Jeferson Sarmiento, declaró el estado de calamidad pública debido a las fuertes lluvias y los cambios climáticos que se viven en estos meses. Además de la creciente del río Tarazá, fueron, como lo dijo el secretario de Gobierno, Aris Cárcamo, 5000 familias afectadas en el casco urbano y 200 familias en la zona rural, aproximadamente; familias que de manera diligente fueron atendidas por la administración y de las cuales muchas se albergaron en el coliseo municipal.

Barrios como La Victoria, La Playa, Primero de Mayo, La Esperanza, Puerto España, El Prado, Castillito, Divino Niño, El Roble, El Poblado, aledaños a los caños atascados y a El Silencio, y parte de la zona rural de los corregimientos con gran población como Margento, Palanca, La Ilusión y Palomar, tuvieron una afectación que llegó a un gran nivel.

Hacía más de seis años que no se vivía una emergencia de esta magnitud en nuestro municipio y el reto para el alcalde y su gabinete no era menor.

La movilización de la población del municipio, en pro de ayudar a los damnificados, también se manifestó. Y es que la solidaridad es uno de los valores que nos caracteriza y por eso como sociedad nos movilizamos cada que un hermano caucasiano nos necesita.

Yo quiero recordar en esta líneas que soy una caucasiana convencida de la riqueza de mi municipio, que somos uno de los territorios más bonitos de nuestro país y que, además, somos la mejor esquina del departamento antioqueño; que les damos las gracias a multinacionales como el Éxito, Olímpica, Dollacity, Ara y D1, por hoy hacer presencia en nuestro terruño y generar empleo formal y estamos a la espera de que lleguen más empresas de este nivel.

Contamos con la población y con los municipios vecinos que se beneficiarían de estas cadenas. También volvemos a hacerles la invitación a las universidades para que tengan sus sedes en nuestro municipio. Les recordamos que somos la capital del Bajo Cauca antioqueño, toda una población estudiantil espera por programas que se puedan desarrollar en nuestro territorio, esto les ahorraría a las familias costos de traslado a Medellín o Montería.

Caucasia tiene todo para brillar, para albergar a grandes almacenes de cadena, a grandes instituciones educativas, nos merecemos un nuevo aeropuerto, tenemos todo para que nos den la oportunidad de generar trabajo y seguir construyendo una historia de pujanza y de crecimiento subregional. Solo es que se unan las voluntades necesarias. Ojalá este artículo lo lean grandes empresarios y se animen a poner sus ojos en la mejor esquina de Antioquia, empecemos ¡ya! como Caucasianos a ser los mejores embajadores de nuestro hermoso territorio.

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Redacción Minuto30

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