Caso de violencia en el que es partícipe un niño hiperactivo hizo que la Corte Constitucional le «jalara las orejas» a los colegios públicos

Imagen ilustrativa. Pixabay

Luego de que varios padres de familia formularan tutelas porque en el colegio donde estaban sus hijos, un niño, que es hiperactivo, atacara a los demás, la Corte Constitucional se enteró del caso y esta situación provocó que le jalara las orejas a los colegios públicos, asegurando que deben cumplir con el deber de la educación inclusiva.

El niño agresor atacaba a sus compañeros, reaccionaba violentamente, los insultaba y en algunos casos llegó a tocarle la partes íntimas a las niñas, por lo que los padres argumentaron que a los menores se les estaban negando los derechos a la tranquilidad, seguridad, vida y honra.

La situación se torna difícil, pues el niño agresor sufre de algo conocido como trastorno de déficit de atención, lo que se conoce como hiperactividad. Pero eso no es todo, también se le diagnosticó Transtorno de Oposición Desafiante, TDO. Además, la familia de este chico instauró una tutela para que no se le negara el derecho a la educación, y por eso el menor no puede salir de allí, además, se le ordenó a la institución que utilice un equipo interdisciplinario para ayudarlo a hacer las correcciones necesarias y poder mejorar la disciplina del menor.

El otro agravante es que el niño no recibe sus medicamentos por parte de la EPS Medimás, lo que altera aún más al menor. Sobre esto, la madre indicó que no podría meterlo en un colegio privado porque no tiene el dinero suficiente para llevarlo.

Ante este caso, la Corte indicó: «el espacio de inclusión, se tornó en una esfera de exclusión, causada por el colegio, pues con la falta de ajustes se propició el temor, la discriminación, la falta de respeto, la afectación a la dignidad, el sometimiento a tratos crueles y la tensión de intereses en la comunidad académica».