Carta de un concejal

Como concejal representas una comunidad. Los habitantes de una vereda, un corregimiento, un barrio, un paraje, reciben cada año propuestas que generan expectativas, miedos, ansias, deseos. Ellos tienen una opción de votar por este, por aquel o por el otro vecino, amigo, conocido o por quién les ofrece confianza para definir en la urna el futuro de un plan de desarrollo municipal.

Concejal. Piensa, ante todo en los habitantes de tu pueblo, de tu corregimiento, de tu barrio, porque ganas con el voto y se lo debes al aval del partido. Concejal: ¡Ya te preguntaste!, al entrar al recinto, quiénes son tu compañeros, quiénes son de tu partido, quiénes son los secretarios del alcalde, qué desea el alcalde que se apruebe en los acuerdos y qué espera el municipio de ustedes? ¿Qué te gusta de ser concejal? ¿Qué crees que debe mejorar el Plan de Desarrollo Municipal? ¿Qué acuerdos te han parecido que favorecen más al alcalde que a los ciudadanos? ¿Qué piensas de la gestión realizada por los secretarios que acompañan la gestión del alcalde?

Es fundamental que tomes todo eso en cuenta, porque un concejal es la voz del ciudadano en el recinto de sesiones. Si los concejales quieren ser una fuerza moral en la sociedad, deberán reconocer que las pocas veces que sesionan desarrollan temas que le dan valor agregado a su trabajo después de ser elegidos por los ciudadanos.

Los concejales deben procurar por tener disciplina y mostrarse neutros ante el Plan de Desarrollo Municipal, que muchas veces modifica el alcalde de turno acomodando el presupuesto anual. Los concejales deben recibir orientaciones para mejorar los acuerdos municipales, aunque muchos se jactan de ser profesionales, pero casi ninguno lee con detalle la Ley Orgánica de los Municipios y la categoría al que pertenece.

Los concejales al entrar al recinto del concejo municipal lo trasforman en un espacio de todas las voces del pueblo que representan. No solo hable quién tenga más argumentos y que los tímidos acepten firmar los acuerdos por querer simpatizar con el alcalde. Los unos y los otros se deben apoyar sobre los criterios y justificaciones que se logren unificar en beneficio de todos los que habitan el municipio. Recuerda bien concejal, que el municipio tiene vecinos y se debe analizar no solo desde lo local sino desde lo subregional, apuntando a una asociación de municipios.

Los municipios grandes o pequeños están repletos de conflictos y desigualdades que ameritan más atención que antes y generar gestiones de mayor impacto social para los ciudadanos. Recuerda concejal, que tu voz será siempre oída como la de uno más que hace parte de la junta directiva de la empresa llamada: Municipio.

El concejal tiene desafíos cada periodo de sesiones, llega con criterio y opinión para aportar por el bienestar de los que representas. Cautiva a los ciudadanos, que muchas veces respaldan tu voto en la próxima campaña electoral y si te vas a retirar porque consideras que ya cumpliste tu ciclo, procura por buscar alguien que te suceda con el mismo propósito que llegaste.

Los concejales deberán hacer una evaluación de cada periodo de sesiones, tomando en sus manos la Constitución Política y el Plan de Desarrollo Municipal, despojando su ego en la entrada del recinto y aportando con criterio al desarrollo del barrio, la vereda, el corregimiento que representan. Valorar al ciudadano desde el recinto de las sesiones es un ejercicio milenario desde los griegos.