Una encomienda que llegó a Bogotá desde el municipio Unión Panamericana (Chocó), reveló la forma en la que un cabo del Ejército, estaría entregando municiones a grupos ilegales.
El envió quedó en evidencia el nueve de septiembre de 2022, cuando el paquete, cuyo destino final era Florencia (Caquetá), fue escaneado en la empresa de envíos. Al verificar su contenido los funcionarios de la compañía de transporte observaron que en su interior habían 10 cajas con munición.
Labores de policía judicial establecieron que la remisión del paquete, al parecer, fue hecha por el cabo segundo del Ejército Luis Diego Tovar Montealegre, integrante de un batallón con sede en Chocó.
El ente investigador determinó que el uniformado le habría pedido a una mujer enviar el encargo, presuntamente, para su mamá; quien necesitaba baterías para paneles solares.
El material de prueba recaudado le permitió a la Fiscalía establecer que presuntamente los destinatarios de la carga serían grupos armados ilegales que delinquen en el oriente del país.
Los cartuchos pertenecerían al batallón del que hace parte el suboficial; pues al hacer un conteo en la guarnición militar, se constató que faltaban 474 cartuchos calibre 556.
El procesado fue capturado por servidores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía en Caquetá, apoyados por uniformados del Gaula Militar y la Policía Nacional de Florencia.
La Fiscalía imputó al procesado el delito de fabricación, tráfico y porte de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares o explosivos.
El procesado aceptó los cargos en su contra y una juez lo cobijó con medida de aseguramiento en centro carcelario.
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