La caída del muro de Berlín y el atraso ideológico en América Latina. Por: Ariel Peña

Hace 25 años que se cayó el muro de Berlín, y muchos pensaron que eso era el entierro definitivo del lastre comunista del marxismo leninismo, pero como dice la Biblia “el pueblo peca por la ignorancia” y fue así como pocos meses después en 1990, el entonces líder sindical Luis Ignacio Lula da Silva posterior Presidente del Brasil, junto al tirano de Fidel Castro, montaron el foro de Sao Pablo para reeditar al comunismo totalitario, tomando a estas tierras de tubo de ensayo, conociendo del atraso conceptual e ideológico de varios pueblos Latinoamericanos, que por su terquedad no asimilarían fácilmente el acontecimiento.

Al amparo del foro de Sao pablo, surgió el socialismo del siglo XXl, que era el nuevo ropaje que vestía el comunismo, para embaucar incautos; con esa patraña partidos neocomunistas sean tomado los gobiernos en Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador, y otros le coquetean al cuento de los gobiernos alternativos, pero aquí se tiene que resaltar el cretinismo aberrante de sectores de la llamada izquierda que en su alucinamiento por la burocracia del estado, acuden a formulas fracasadas en otras partes de la tierra, porque así como crean el foro de Sao Pablo para reverdecer al marxismo, después de la segunda guerra mundial y ante de la derrota de Hitler en 1945 dentro de esa óptica de Lula y Castro, también se hubiera creado en Latinoamérica una organización continental del nazismo, porque lo que hacen este par de personajes es exaltar los fracasos políticos e ideológicos en el viejo Continente.

Pero a la creación del foro de Sao Pablo, que buscaba remozar al comunismo totalitario en nuestros países, también contribuyo eficazmente la abulia intelectual de los Demócratas, que repitieron sin ningún análisis “el fin del comunismo” a lo cual se le agregaron las palabras desafortunadas del politólogo Norteamericano Francis Fukuyama, sobre el fin de la historia y de las ideologías, como si el ser humano dejara de pensar, por eso mientras que estos últimos descansaban en laureles bastante precarios, Lula da Silva y Fidel Castro ni cortos ni perezosos, procedían con otros corifeos a explicar mañosamente, que lo que había fracasado dentro del comunismo era el revisionismo y además que el muro de Berlín se había derrumbado porque el marxismo no se aplico en forma correcta.

Con semejantes sofismas los creadores del foro de Sao Pablo, alentaron a los antiguos lacayos del imperialismo soviético, que por su nostalgia no podían concebir la debacle del llamado campo socialista, para insistirles en su proyecto totalitario, y encontraron un terreno abonado ante la falta de conocimiento que acompañaba a dirigentes de algunos sectores populares en AmericaLatina, de ahí surgió Hugo Chávez quien se supo mimetizar en Venezuela para conquistar el gobierno y montar todo un entramado con otros países a los cuales suicidaba, buscando crear la Unión Soviética Latinoamericana, con la fabula de la unidad de los pueblos, resaltando que Chávez murió sin entender lo que paso hace 25 años con la caída del muro de Berlín.

Así que Latinoamérica se convirtió, en una especie de basureo comunista, que recicla los desechos repudiados en Europa hace 25 años a los cuales gobiernos del socialismo del siglo XXl, presentan como progresistas y novedosos, pero que en el fondo son el mismo veneno con diferente etiqueta, que al igual que sucedía en la Unión Soviética sirven para que una camarilla marxista parasite a perpetuidad con el estado, reprimiendo el inconformismo de las masas mediante la violencia como ocurre en Venezuela, cuyo régimen ha cometido un enorme genocidio en este año.

En todas las partes del Mundo se conmemora la caída del muro de Berlín, pero en Latinoamérica no hay nada que celebrar, porque el surgimiento del foro de Sao Pablo y del socialismo del siglo XXl, hizo mandar hacia atrás la rueda de la historia, por eso la inteligencia no se puede dejar amilanar ante los cipayos del comunismo totalitario y debe desarrollar una gran lucha ideológica, para propinarle la derrota definitiva a esa doctrina abyecta y criminal, subrayando que desgraciadamente gobiernos de países vecinos no han comprendido lo ocurrido en Alemania en 1989, pero peor aun no saben que los dogmas de Marx fueron repudiados hace mas de 150 años por los trabajadores en la primera internacional.