Por una mentira, la mujer de 50 años obligó a la pequeña de 9 años a correr hasta el cansancio. En efecto, la niña continuó la mortal carrera pese a manifestar su cansancio en repetidas ocasiones.
Joyce Hardin Garrard, de 50 años, quiso castigar a la pequeña Savannah Hardin obligándola a correr. La chica, de 9 años, se cansó, pero tenía que seguir. Se agotó, pero su abuela la hizo continuar. Terminó internada y murió días después, en febrero de 2012.
Por este hecho, la mujer ya había sido condenada a cadena perpetua. Ahora,un juez del condado de Etowah en Alabama Etowah Billy Ogletree la condenó finalmente a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por la muerte de la niña.
Aquel 17 de febrero de 2012, la menor tomó un caramelo que vendía una compañera y no le pagó. La conductora de la ruta escolar que siempre llevaba a Savannah, le contó a su abuela lo que había ocurrido. La niña primero dijo que ella no lo había hecho, pero luego admitió su responsabilidad. La abuela entró en cólera y expresó: «Ella va a correr hasta que yo le diga que pare».
Durante casi tres horas, la niña corrió y cargó palos hasta el cansancio, hasta que se desplomó y vomitó afuera de su casa. «¡Levántate! le advirtió la abuela según declaraciones de testigos.
La menor sufrió una convulsión y fue hospitalizada. Murió varios días después, luego de ser desconectada de las máquinas que la mantenían con vida. Había sufrido «esfuerzo físico extremo», según la autopsia.