Después de la polémica por los secretos que develó Demi Moore sobre Ashton Kutcher en su libro biográfico “Inside Out“, ahora le tocó el turno a su también exesposo Bruce Willis, con quien vivió durante 13 años.
Demi y Bruce se casaron tan solo cuatro meses después de haberse conocido y su matrimonio duró hasta el año 2000, trece años después. Desde el inicio fue una de las parejas más queridas del Hollywood, pues eran dos de los rostros más bellos y cotizados de la industria, sin embargo, su matrimonio no fue un cuento de hadas y todo empezó luego del nacimiento de su primera hija: Rumer, tal y como cuenta la misma Moore en sus memorias.
“Esto nunca va a funcionar si te vas a grabar una película”, le habría dicho Bruce a Demi cuando le ofrecieron un rol en la cinta “We’re No Angels“, con Robert de Niro y Sean Penn. Moore aceptó el rol a pesar de la desaprobación de su esposo y luego cuando vino el éxito de “Ghost” en 1990 todo se vino a pique, al punto de afirmar que Willis le dijo “no sé si quiero estar casarme” cuando estaban a punto de hacerlo por segunda vez.
Aún así, la pareja tuvo dos hijas más, Scout y Tallulah. La segunda hija llenó el hogar de amor, pero bajo la premisa de creer que “a los dos nos apasionó más tener hijos que estar casados”, según la actriz. La tercera por el contrario le generó una depresión posparto a Moore que la llevó a tener desórdenes alimenticios, todo porque quería bajar el peso ganado durante el embarazo.
Poco tiempo después de su último parto, a Demi le ofrecieron 12 millones de dólares para protagonizar “Striptease“, pero la actriz pidió más y allí se creó el apodo que aún hoy la acompaña: “Gimme Moore“.
Todo esto se puede leer en el libro que ha generado tanta discordia y polémica al rededor de los amores de la actriz.
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