Boxeo colombiano brilla con tres oros en los Juegos Bolivarianos

El boxeo colombiano cerró de manera notable su participación en los Juegos Bolivarianos Ayacucho-Lima 2025, cosechando un total de tres medallas de oro, dos de plata y tres de bronce.

Este desempeño reafirma el poderío del país en la región y la calidad de sus pugilistas, quienes lucharon hasta el final en cada una de las categorías.

La delegación colombiana demostró un gran nivel de competitividad, destacándose tanto en la rama femenina como en la masculina para asegurar su puesto en el podio.

Las preseas doradas fueron encabezadas por la actuación de Camila Camilo en los 65 kg femeninos, quien se coronó campeona bolivariana tras vencer con autoridad a la guatemalteca María V. Chroy. Camilo impuso su ritmo y distancia desde el inicio, asegurando el metal más preciado.

En la rama masculina, Yilmar González (60 kg) y Diego Motoa (80 kg) subieron a lo más alto del podio. González protagonizó una de las grandes demostraciones del torneo al dominar al panameño Cristofer Filos, mientras que Motoa se impuso en la final masculina a Diego Pereira de Venezuela, sellando un cierre triunfal para el equipo.

Boxeo colombiano brilla con tres oros en los Juegos Bolivarianos

Además de los campeones, la cosecha se completó con la importante contribución de otros atletas. En las finales de plata, Kely Benítez (54 kg, femenina) y José Viafara (65 kg, masculino) libraron duros combates, quedando a un paso del oro tras caer ante rivales venezolanos.

Los tres bronces llegaron por cortesía de Valeria Arboleda (60 kg) y Yerlin Quiñones (51 kg) en el boxeo femenino, junto a Juan Franco (70 kg) en el masculino, todos ellos sumando metales valiosos al medallero.

Con estos resultados, el boxeo colombiano despide los Juegos Bolivarianos con una sensación de deber cumplido.

Las tres medallas de oro son un testimonio del talento y la dedicación de los deportistas, así como del buen momento que atraviesa la disciplina en el país.

Este desempeño en Ayacucho-Lima 2025 sienta un precedente positivo para futuras competencias internacionales y motiva a la próxima generación de pugilistas colombianos.

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