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Luciano Marín, alias 'Iván Márquez'. Archivo/EFE
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Luciano Marín, alias «Iván Márquez», integrante del equipo negociador de las FARC. Archivo/EFE

Bojayá se prepara para la conmemoración este martes, por primera vez en paz con las FARC, de la masacre perpetrada en 2002 por esa guerrilla que dejó entre 79 y 119 personas muertas cuando lanzaron un explosivo contra la iglesia en que se refugiaban los habitantes de la localidad.

Esa masacre marcó a la sociedad colombiana, así como el conflicto armado de más de medio siglo y esta será la primera vez que la conmemoración se haga en un contexto de paz con las FARC, guerrilla con la que el Gobierno colombiano firmó un acuerdo el pasado 24 de noviembre para poner fin a la confrontación.

El núcleo urbano de Bojayá, conocido como Bellavista, fue abandonado con el transcurrir de los años y allí sólo quedó la iglesia, donde todos los años se hace la conmemoración.

La nueva Bellavista, que forma parte del departamento del Chocó, se yergue a un centenar de metros del antiguo núcleo urbano que hoy habitan indígenas de la tribu Embera.

Su abandono no se debió sólo a la masacre, sino también a las crecidas de los ríos que asolaban la ciudad con frecuencia.

La nueva Bellavista tiene un aspecto mucho mejor que otras localidades del Chocó, una de las regiones más lluviosas del mundo, con aceras asfaltadas y viviendas renovadas.

Sin embargo, sigue marcada por la masacre del 2 de mayo de 2002, cuando las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) tomaron a los habitantes como escudos humanos y se parapetaron en el núcleo urbano para intentar incrementar el territorio.

Las FARC, a las que poco les importó la integridad de los habitantes, decidieron retomar el pueblo a sangre y fuego con un centenar de hombres y artillería pesada.

Los bojayaceños se refugiaron en la iglesia, el que pensaban que era el único refugio seguro y allí les cayó uno de los explosivos artesanales que lanzaron las FARC.

Todavía hoy no hay claridad sobre cuanta gente murió, según la Fiscalía fueron 79, según la comunidad 119, al menos 30 de ellos niños.

Como parte del aniversario, el próximo martes comenzarán las exhumaciones de los cadáveres enterrados en las antiguas fosas para hacer identificación y recuento definitivo de víctimas. Para ello se ha hecho un banco de ADN con los familiares.

El 29 de septiembre del año pasado, las FARC, por medio de su número dos, Luciano Marín, alias «Iván Márquez», pidieron «perdón infinito» a las víctimas de la masacre de Bojayá.

La comunidad, mayoritariamente indígenas y afrodescendientes, se prepara para los actos de mañana y recibe con incertidumbre e inquietud la llegada de los periodistas y la comitiva gubernamental que participarán en las conmemoraciones.

La conmemoración comenzará con una procesión con el «Cristo mutilado», como llaman los bojayaceños a la talla que salvaron de la iglesia y que quedó destrozada, a la Bellavista vieja.

Continuará con una eucaristía, una oración en la escombrera y la fosa común y concluirá con la presentación de un video de apuesta de paz de Bojayá. EFE

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Redacción Minuto30

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