Las calles y establecimientos de Berlín se han vaciado estos días por las restricciones impuestas para frenar la pandemia del COVID-19, dejando sin ayudas a uno de los colectivos más vulnerables ante el coronavirus, las cerca de 2.000 personas sin hogar de la ciudad, pero algunos vecinos han empezado a organizarse para hacerles llegar los productos más básicos.

Tirando de inventiva para evitar el contacto directo y minimizar riesgos, en las vallas aledañas a una treintena de parques públicos de todo Berlín han ido apareciendo estos días bolsas con comida, ropa, papel higiénico, utensilios de aseo y otros objetos que pueden ser útiles para los «sin techo», en un país con más de 35.000 contagiados y 186 muertos por el coronavirus, según la Universidad John Hopkins.

A esta nueva forma de solidaridad la han llamado «Gabenzäune», vallas de ayuda, o «Spendenzaun», valla para donar.

Con carteles en varios idiomas (ruso, polaco, turco e inglés, entre otros) se anima a los vecinos a dejar donaciones en bolsas de plástico para protegerlas de la lluvia. Y a aquellos que lo necesitan, a tomar lo que pueda serles de utilidad.

También por las redes sociales se anuncian los lugares donde hay todavía donaciones, con algunos usuarios recorriendo la casi treintena de vallas que hay actualmente en la ciudad para fotografiarlas e informar sobre la iniciativa, con el objetivo de que se repita por la capital y por todo el país.

Hasta ahora se han organizado vallas de ayuda también en ciudades como Hamburgo (norte de Alemania), Leipzig (este) y Bochum (oeste), pero algunas personas han expresado su preocupación por las medidas higiénicas, que podrían no ser suficientes al tratarse de acciones anónimas, e incluso contribuir a extender el coronavirus de forma involuntaria.

También han surgido dudas por parte de los servicios de limpieza de la ciudad, que tras retirar las bolsas de una de estas vallas se disculparon a través de las redes sociales, alegando un malentendido y reiterando su apoyo a la iniciativa.

LAS PERSONAS SIN HOGAR, LAS MÁS VULNERABLES FRENTE AL CORONAVIRUS

Muchos centros que atendían a personas sin hogar en Berlín han cerrado estos días por las limitaciones impuestas para combatir el COVID-19, desde comedores sociales hasta instalaciones sanitarias y de recreo, en su mayoría a cargo de voluntarios que han tenido que cesar su actividad.

Esto deja en una situación muy vulnerable a las cerca de 678.000 personas que no tienen hogar en todo el país, de acuerdo con los datos de 2018 del Grupo de Trabajo Federal para las Personas sin Hogar.

Un reciente estudio de la ciudad de Berlín cifraba en 1.976 los «sin techo» de la capital alemana.

Desde Naciones Unidas también se ha puesto el foco en este colectivo: la relatora especial de la ONU para el Derecho a la Vivienda, Leilani Farha, explicó en una conferencia a los medios el 18 de marzo que el no tener hogar «nunca había sido una situación tan clara de vida o muerte».

La experta señaló que las personas sin hogar son «la primera línea de defensa contra el coronavirus» e instó a los Estados a «tomar medidas extraordinarias para proteger el derecho a la vivienda para todos, para así protegernos contra la pandemia».

Hasta que los gobiernos actúen, los ciudadanos de Berlín seguirán colgando bolsas con donaciones y mensajes de ánimo en las vallas de los parques de la ciudad.

EFE

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Minuto30 Agencias

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