El gobierno nacional por medio de la ministra de educación, Gina Parodi anunció 10.080 becas para jóvenes que quieran ingresar a la universidad a estudiar su pregrado bajo el programa llamado “ser pilo si paga”, el cual invertirá más de 155.000 millones de pesos este año, dinero que será invertido en las universidades privadas prestadoras de estos servicios.

Jaime Alberto Mejía Alvarán

Según el gobierno, la meta es llegar a 40.000 becas para el 2018, es decir 10.000 becas por año. Al respecto es importante hacer algunas precisiones sobre estas decisiones del gobierno nacional, que más de ser un programa que realmente apunte a una política pública de educación superior a largo plazo que direccione al país a la competitividad y al desarrollo económico, en el trasfondo es una medida populista y demagoga que tiene como único fin pagar favores políticos y lanzarle, una dardo mortal, en la yugular a la financiación de la educación pública superior.

El programa “ser pilo paga” según las declaraciones del gobierno es un ambicioso proyecto que busca llevar a los mejores estudiantes de escasos recursos a estudiar en las universidades que quieran, no obstante al analizar detenidamente las universidades que están favorecidas por este programa son tan solo una pocas, tales como la Universidad de la Salle y del Norte con más de 1200 becas asignadas, lo que traduce que mientras los rectores de las instituciones de educación superior de carácter público, tales como el Tecnológico de Antioquia, el Politécnico Jaime Isaza Cadavid o la misma Universidad de Antioquia se están preocupando por el cómo cumplir con la demanda educativa de los jóvenes que hoy están buscando un cupo en esas instituciones, los rectores de las universidades privadas están sentados en sus escritorios esperando el jugoso cheque del gobierno central sin el mayor esfuerzo, al mejor estilo de una educación por cobertura.

Sin lugar a dudas esta idea del gobierno central lo que busca es disminuir las oportunidades de aquellos jóvenes que quieren ingresar a una carrera universitaria, dado que las trabas estarán, inicialmente en los puntajes exigidos para acceder a una de las becas ofrecidas, y por otro lado el poco interés que irá cobrando cada día la educación pública. La cuestión no es únicamente regalar becas sino también fortalecer las universidades estatales incentivando la investigación como sinónimo de desarrollo.

La problemática está en que el gobierno en vez de pensar en una política seria a largo plazo, en la que con una buena inversión financiera al sistema de educación superior se garanticen espacios de calidad académica, lo que está llevando es a desaparecer la universidad pública y por ende agudizar y ensanchar la brecha de la desigualdad social. Recuerde presidente Santos que la educación es el motor de la competitividad del país, no olvide la frase de Rosa Díez cuando expresaba que “La educación es el instrumento más igualitario y más de cohesión que tiene cualquier democracia en su mano.” Elementos fundamentales para sembrar una verdadera paz.

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Redacción Minuto30

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