Bacatá y Gustavo Petro
Bacatá y Gustavo Petro. Foto archivo de Semana.

El 31 de agosto el presidente Gustavo Petro visitó el Palacio Liévano, donde funciona la Alcaldía Mayor de Bogotá, y donde enterró a su perrita Bacatá, de acuerdo con lo que le dijo a la alcaldesa Claudia López.

Gustavo Petro llegó al Palacio Liévano luego de siete años de su paso por la Alcaldía de Bogotá para presidir el primer consejo de seguridad humana de la capital colombiana, pero el motivo por el que llegó al sitio, para algunos usuarios de redes sociales, se vio opacado por el minuto 1:01 del video montado por Claudia López.

En este, el presidente Gustavo Petro le cuenta a Claudia López que allí está enterrada su “perrita”, refiriéndose a Bacatá, una perrita criolla que se convirtió en un símbolo del rechazo al maltrato animal en Bogotá luego de que el en ese entonces alcalde la adoptara.

Bacatá fue rescatada de la calle, donde fue maltratada por humanos y por otros perros, razón por la que incluso sufrió varias fracturas en su cola.

Cuando Petro la adoptó, Bacatá fue la protagonista de diferentes eventos en las que la llevó en su regazo y hasta contaba con su propia cuidadora que la llevaba los fines de semana a su casa en el suroccidente de Bogotá.

Sin embargo, en julio de 2015 se informó que Bacatá murió por las mordeduras de otra perra en una de sus venas, lo que hizo que se desangrara. Situación que en su momento informaron que se dio cuando la cuidadora la tenía en su casa.

Posteriormente se anunció que Bacatá, quien fue llamada así porque ese era el nombre chibcha y muisca para Bogotá —que significa campo para sembrar— reposaría en los jardines internos del Palacio Liévano.

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Redacción Minuto30

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