Resumen: El virus oropouche, transmitido por mosquitos y sin vacuna disponible, ha causado las primeras muertes confirmadas en América Latina. Recientes brotes han elevado el número de casos, especialmente en Brasil, y plantean preocupaciones sobre la expansión del virus y sus posibles complicaciones.
El virus oropouche, un patógeno transmitido por mosquitos que ha sido históricamente poco conocido, está causando creciente preocupación en América Latina. Recientes brotes han llevado a las autoridades a confirmar las primeras muertes asociadas al virus, sin que exista aún una vacuna o tratamiento específico disponible.
En Brasil, a finales de julio, se reportaron dos muertes en el noreste del país relacionadas con el oropouche. Este virus, que se transmite principalmente por la picadura del mosquito Culicoides paraensis, ha mostrado un preocupante incremento en los casos detectados.
En lo que va del año, Brasil ha registrado cerca de 10,000 casos, superando significativamente los 800 reportados en 2023. La mayoría de estos casos se han concentrado en la región amazónica, donde el virus es endémico.
Además de Brasil, el oropouche ha comenzado a aparecer en otros países de América Latina, incluyendo Perú, Colombia, Ecuador, Argentina, Panamá, Bolivia, Trinidad y Tobago, Cuba y Guyana Francesa.
También se han documentado algunos casos en Europa, en países como España, Italia y Alemania, principalmente en personas que habían viajado a regiones afectadas.
El oropouche se identificó por primera vez en 1955 en Trinidad y Tobago y, a pesar de que cerca de 500,000 casos han sido diagnosticados en Brasil a lo largo de seis décadas, los investigadores alertan sobre la posibilidad de que el número real sea aún mayor.
Los síntomas del oropouche se asemejan a los de la gripe o el dengue e incluyen fiebre, dolor detrás de los ojos, dolor de cabeza, dolor en las articulaciones, escalofríos, náuseas y vómitos.
Aunque la mayoría de los pacientes se recupera en aproximadamente una semana, cerca del 60% puede experimentar una recaída.
La reciente confirmación de muertes y la posibilidad de complicaciones graves, como encefalitis y meningitis, intensifican la preocupación. Las autoridades también están investigando posibles efectos del virus en mujeres embarazadas y sus bebés, tras reportar casos de microcefalia en recién nacidos cuyas madres estaban infectadas.
Actualmente, no existen tratamientos específicos para el oropouche, y las medidas preventivas se centran en evitar las picaduras de mosquitos. Se recomienda el uso de repelentes, ropa protectora y la eliminación de criaderos de mosquitos. La falta de una vacuna y la creciente expansión del virus, impulsada por la deforestación y el cambio climático, subrayan la necesidad urgente de investigaciones más profundas y estrategias de control efectivas.
La comunidad internacional debe mantenerse alerta ante esta amenaza emergente para la salud global, mientras los investigadores trabajan para comprender mejor el virus y desarrollar posibles soluciones para combatir su propagación.
Lea tambien: La fiesta de bienvenida a las Selecciones que van llegando para el Mundial Femenino en Colombia
Más noticias Internacional.
- Compartir:
- Compartir en Facebook
- Compartir en X (Twitter)
- Compartir en WhatsApp
- Comentarios