Santiago Jaramillo

“…Por eso te digo, tú, que eres mi pana, en este mundo de malos, el bueno no tiene nada…” Dice Adalberto Santiago, en la célebre canción salsera, Ay Caray; cómo esta melodía, puedo citar miles de sentencias, frases, adagios y expresiones que justifican el acontecer cotidiano, el fracaso, dolor, injusticia, pobreza y desmotivación hacia la vida.

Santiago Jaramillo

Santiago Jaramillo

Este mundo caótico que ve como milagroso cuando un taxista devuelve dinero, que dejó algún pasajero distraído y premia a Pablo Escobar, inmortalizándolo año tras año cómo héroe y ejemplo de vida, en seriados de tv nacional, merece reflexiones y acciones de raíz, son muchos los llamados que pueden hacerse para que estas situaciones cambien, quizás desde lo político o lo social, sin embargo es muy poco lo que se hace en el ser, en el individuo, que para mí, hoy y siempre, es la base del poder del cambio en el mundo.

Le pido que por un momento acuda a su propia existencia, ella es entendida desde su razón, motor que explica el acontecer cotidiano, el porqué de las cosas, una máquina tan increíble que logra apoderarse de usted a tal punto, que los pensamientos que emite, logran identificarlo como persona. Morir a lo racional y entrar en la contemplación silenciosa y sin discusión de sus ideas, convirtiéndose en un observador del hoy del ahora, es asesinar su propio caos interno y darle a su vida, libertad y a su entorno, paz.

Pretendo apartarlo del análisis de todo, pasamos nuestras vidas pensando en aquello que pasó o en lo que vendrá, siempre tomando partido con esos pensamientos ¿acaso es usted esa idea, dolor, fracaso o expectativa? Asesine esa concepción del mundo y aprecie lo que la vida le pasa por sus narices, que por estar “enbasucado” e identificado con sus ideario, mata su propia realidad.

Donde no hay vida, para mí, la hay, que la Luna no tiene vida dicen, pues déjeme debatirle que desde que haya arena, rocas, color, textura, hay algo y si lo hay, está tangible, existe y si es real, tiene sentido, la concepción de la palabra vida nace de la razón. Un árbol no debate con usted el ayer o el mañana, cumple su función vital, lo mismo que una roca, cuál es, explíquela y vuélvase “loco” Porqué no hacemos nosotros lo mismo, apartándonos de todo lo que se pueda o no explicar y entrando a lo espiritual, para vivir en armonía.

Por eso te digo, tú, que eres mi pana, en este mundo, ni el bueno, ni el malo, tienen nada, sólo se tienen así mismos, hoy y ahora. El “Bareto” que me leí para citar estas palabras se llama (El Poder del Ahora) del alemán Eckhart Tolle, un libro recomendado para todos. No fumo, ni bebo, pero disfruto libre del martirio mental que me hizo identificar mi existencia con él, la realidad de las cosas.

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Redacción Minuto30

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