• El equipo de la Paternal superó 2 a 1 a Huracán y conquistó el torneo Clausura; Mercier y Coria marcaron los goles del conjunto de Borghi, que ya se había consagrado como jugador, en el Nacional de 1985, el último logro.
  • Caen lágrimas vestidas de emoción. Se explica, tal vez, a partir de ese desahogo que esperó un cuarto de siglo. Pasaron 25 años de angustias y lamentos, de descensos, zozobras y localías lejos de casa.

El festejo del plantel campeón - Reuters

Transcurrió mucho tiempo en el que Argentinos estuvo al margen de la escena central. Como en aquel recordado Nacional de 1985, el Bicho, ese equipo arrabalero de la Paternal, resurgió de la mano de Claudio Borghi y volvió a ser campeón argentino. Lo logró hoy tras la victoria 2 a 1 sobre Huracán, en una jornada que dejará una huella profunda en la memoria.

Argentinos cumplió a la perfección con su tarea del domingo. Había alcanzado la punta del Clausura la semana pasada, y hoy debía ganar para celebrar un título. Y ganó. Quizás, con algo de sufrimiento, sobre todo porque las noticas que llegaban desde Santa Fe funcionaron como un zumbido de presión. Por momentos, en la tarde, el título fue de Estudiantes, aunque en el cierre de la jornada, la gloria le hizo un guiño al conjunto de la Paternal.

Argentinos comenzó en tromba. Al minuto, Ismael Sosa ya había tenido una muy buena oportunidad para marcar. También José Luis Calderón, que falló un cabezazo increíble. El legendario delantero le dice adiós al fútbol con otro título bajo el brazo. Pero la ventaja se obtuvo a través de Juan Mercier, que, de cabeza, marcó el gol del campeonato, a los 23 minutos del primer tiempo. Después, la tranquilidad llegó con Facundo Coria, que tomó el rebote de un cabezazo de Sosa que impactó en el palo. Significó el 2-0, significó el campeonato.

Huracán fue un rival que cambió su actitud de a ratos. Empezó en postura pasiva, quizás sorprendido por el buen inicio del Bicho, pero en desventaja buscó el empate y exigió a Luis Ojeda, el arquero que reemplazó a Peric, lesionado. Ojeda respondió con solidez, calmo y seguro. Pero el entusiasmo duró hasta la expulsión de Goltz, que dejó al Globo con un jugador menos. Y fue peor: después fue echado Domínguez. Sin embargo, Huracán no se rindió y descontó Sánchez, a dos del final, para darle dramatismo a un domingo de definición.

El árbitro Saúl Laverni fue bondadoso con Coria, a quien debió expulsar en el primer tiempo por doble amonestación. Quizás esto podría haber torcido la historia.

La copa, los jugadores y una alegría que se hizo esperar un cuarto de siglo - Reuters

Entre 1984 y 86, con una generación dorada de jugadores, en la que se destcaba el Bichi Borghi, Argentinos acumuló buena parte de su gloria y prestigio. Obtuvo el Metropolitano y el Nacional, también la Copa Libertadores y la Interamericana. Estuvo a un paso de conquistar el mundo, en Japón, ante Juventus.

Hoy, con Borghi como entrenador, Argentinos vuelve a gritar campeón. Fue el equipo que más unidades sumó en la temporada (73, al igual que Banfield, el ganador del Apertura). Fue un campeón con todas las de la ley. Fue un campeón que enhebró una seguidilla de cuatro victorias en cadena y peleó mano a mano el título con rivales importantes, como Estudiantes e Independiente. Fue un campeón que hizo una gran campaña, que no se olvidará jamás. Argentinos bramó con euforia un grito que esperó 25 años.

Mercier festejó en el alambrado | Aníbal Greco - LA NACION

La rotación de campeones ya es récord:

Argentinos Juniors es el octavo equipo consecutivo distinto que se consagra campeón del fútbol argentino, un hecho inédito en la historia.

El listado es el siguiente: Estudiantes, San Lorenzo, Lanús, River, Boca, Vélez, Banfield y Argentinos.

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Redacción Minuto30

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