Hace años vengo denunciando el enriquecimiento ilícito de los Kirchner. Desde el tiempo en el cual gobernaban Santa Cruz he denunciado como se apoderaron de la tierra pública, para montar luego hoteles que ofician como Empresas que lavan dinero. Lo que ha ocurrido en la Argentina ha sido una tragedia.

Alvaro de Lamadrid

Todo ha sido soportado por un crecimiento económico repentino pero en cierta forma artificial, y solventado por una gran recaudación e ingresos que tuvo el Estado, producto de un mundo favorable y el auge de la soja y commodities -materias primas agrícolas más relevantes-. El consumismo, y la exaltación a un modo de vida fácil sin esfuerzo y amañado a la delincuencia también fueron ofrecidos como pacto por los Kirchner a la sociedad. Lograron así crear una sociedad idéntica a sí mismos. Intenté por años que no se velara, olvidara y destruyera la verdadera historia. Intentaba asimismo evitar los males que se desatarían en el país sino se caía en la trampa y el encandilamiento de los Kirchner.

Los Kirchner al llegar al poder nacional se inventaron un pasado completo, como si hubieran llegado al poder carentes de pasado, de historia y de contradicciones. Como si fueran inmaculados e impolutos, cuando antes le quemaban la casa a los opositores en Santa Cruz, y quienes los denunciábamos debíamos cuidarnos de ellos y del peligro en el cual nos encontrábamos.

En estos años, he cuestionado en absoluta soledad, sus dos más grandes mentiras, sobre las cuales montaron un relato, guión y montaje, que les permitió valerse de un gran capital político en un caso, y de que no se sospechara acerca de su enriquecimiento ilegal e indecente en la función pública. Hablo de que les interesan los derechos humanos y que han sido ricos desde siempre.

Muchos periodistas, dirigentes políticos de todos los partidos políticos, sindicalistas y todo el espectro del quehacer nacional por atacar la primera cuestión, -muy endeble está-, señalaban y repetían hasta el hartazgo que los Kirchner nunca hicieron nada por los derechos humanos -cosa que es cierto- , pero lo sostenían argumentando que en la época de la dictadura militar se habían dedicado a hacer dinero haciéndose millonarios rematando casas, con la 1050. Esta fue una circular del Banco Central que determinaba que los préstamos se indexaban por tasas de interés vigentes del mercado, y estás eran tan elevadas, que superaban los ingresos del deudor, sobrepasando las deudas el valor de la misma vivienda, y siendo imposible pagar dichos préstamos.

Los Kirchner fueron «procesistas» durante la dictadura, como también es cierto que se quedaron con algunas viviendas de gente humilde a las cuales estafaron y se beneficiaron; pero lo que no es cierto es que se hicieron ricos. En absoluto. Kirchner siendo presidente dejo correr gustoso esta crítica, porque lo dejaba a salvo de la cuestión que le interesa y hasta le era funcional. El hecho de reseñar que eran ricos desde la época de la dictadura militar instaurada en 1976.

La profanación indigna que hizo el Kirchnerismo de causas nobles y el apoderamiento vacío y cínico de consignas y eslogan, determinaron que muchos argentinos perdieran su dignidad al actuar con hedonismo delincuente a cambio de un rato de diversión, placer, poder, y dinero.

Otra parte de la sociedad por miedo, por no haber visto un poder tan desmesurado, hegemónico e impiadoso con los opositores sin querer y sin saber, casi de modo inconsciente práctico la autocensura, la auto-complacencia y el auto-sometimiento. Eso había pasado antes también en Santa Cruz. Así funciona el manual de los Kirchner replicado desde Santa Cruz a escala Nacional.

Muchos de quienes apoyaron al gobierno fueron desechados como zapatos usados y hoy denuncian todos los excesos que antes ellos mismos también cometían con los Kirchner, siguiendo sus directivas y planes.

Todo esto he denunciado en mi libro publicado en 2010 «El Pinguino Emperador 20 años de Poder Bruto», con prólogo del Ex Fiscal Nacional de Investigaciones Administrativas Manuel Garrido. Este dirigente ha denunciado también cuando ocupo ese lugar el enriquecimiento ilícito de los Kirchner.

Muchas de esas denuncias han sido cerradas por evidente y notorio fraude judicial y debe reabrirse un proceso para investigar la fortuna presidencial, no ya la declarada en blanco que tampoco pueden explicar y justificar; sino la real fortuna amasada a través de 12 años de saqueo y latrocinio del Erario Público, a través de negociados y lavado de dinero.

Se trata de la fortuna No 19 del mundo, y es mayor al PBI de 45 países más pequeños del mundo. Para que tengan una idea de lo que es el número y lo que significa esa corrupción. Tendríamos la posibilidad de darle a cada argentino -de los 40 millones- un aporte Estatal de $ 520, Quinientos Veinte Pesos por año, durante 10 años. A todos los argentinos, a cada uno de ellos, incluso a los que tienen minutos de recién nacido, también.

Esto debe ser investigado y no puede quedar impune. Por la salud de la República. Los argentinos nos debemos verdad y justicia, pero debemos salvarnos solos. Haciendo lo que corresponde. No avalando la impunidad y la ignominia. Algo nos ha venido pasando a los argentinos en estos años como sociedad desde Anillaco a El Calafate. Esto no paso nunca antes en el país y sólo es comparable con los Gobiernos más corruptos de la historia del mundo.

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Redacción Minuto30

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