angelopolis fauna silvestre
Cortesía Corantioquia.
angelopolis fauna silvestre

Cortesía Corantioquia.

Este martes, Corantioquia y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá declararon a Angelópolis como municipio libre de fauna silvestre en cautiverio. Esta buena noticia se da luego de un proceso de tres fases que inició en 2008 con un operativo que tuvo lugar en ese municipio para recuperar especies víctimas de tráfico ilegal.

Durante el proceso, que se dividió en tres fases, fueron recuperados 24 individuos de fauna silvestre. Fueron en total nueve aves, 11 reptiles y 4 mamíferos, que en su mayoría cumplieron el proceso de evaluación, tratamiento y posterior liberación.

El proceso incluyó talleres de educación y socialización, eventos culturales, recorridos puerta a puerta y jornadas de entrega voluntaria, que dieron con la recuperación de individuos y de subproductos, entre ellos las pieles de osos andino, de perro de monte y tigrillo, carrieles, carcasas, nidos de gulungos y otras aves, entre otros.

En su última etapa, en el municipio se desarrollaron operativos de revista y jornadas de entrega voluntaria, que permitieron incluir al área urbana del municipio de Angelópolis como libre de fauna silvestre en cautiverio.

Con Angelópolis, ya son 33 áreas libres de fauna silvestre en cautiverio en la jurisdicción de Corantioquia. Se espera que la estrategia, que consiste en la aproximación cultural y relacionamiento con la fauna silvestre para promover el respeto por la vida y la libertad, sea replicada en otros municipios.

Los habitantes del municipio y las autoridades están comprometidos con el respeto a la fauna. Se espera que la estrategia permita dejar atrás prácticas en las que los animales son extraídos de su hábitat y sometidos a condiciones que causan en ellos depresión, debilitamiento y con frecuencia la muerte; situación que además, afecta los ecosistemas en relación al equilibrio ecológico y el control de plagas, entre otras funciones que cumplen estas especies.

Con estas iniciativas ambientales también se protege la salud pública pues los especímenes silvestres en cautiverio son potenciales trasmisores de virus, hongos y bacterias, que pueden comportarse como patógenas en los seres humanos o los animales domésticos, causando graves efectos si se produce contacto directo o indirecto con los ejemplares, sus fluidos y desechos.

 

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Redacción Minuto30

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