Un hombre ciego se encontraba visitando a unos amigos. Al caer la noche, cuando se despidió de ellos  y estaba dispuesto a partir, le dieron  una lámpara para que iluminara su camino. El hombre invidente les respondió: “Muchas gracias pero no la necesito ya que no importa si estoy en la oscuridad o en la luz. Todo es igual para mí”.  Ellos le respondieron: “Tienes razón, pero de todas formas llévala para que ilumines el camino y así nadie tropiece contigo”. Agradecido partió y a los pocos minutos alguien se estrelló contra él. Asombrado exclamó: “¿Qué es lo que pasa? ¿Acaso no te das cuenta por donde caminas, es que no has visto que traigo una lámpara?”. Aquella persona le contesta: “Lo siento mucho mi querido amigo pero no te vi, porque la luz de tu lámpara está apagada”.

Así mismo son  las  creencias que nosotros fielmente seguimos. Creemos que ellas son nuestra única verdad, y las seguimos a como dé lugar, sin importar que nos causen daño o sufrimiento. Creemos ir con la lámpara encendida, iluminando nuestro camino, cuando en realidad la tenemos apagada y vamos inconscientes por la vida.  Actuamos  como si estuviéramos en  piloto automático, simplemente haciendo lo que la sociedad nos dice que está bien.

Cuántas veces pensamos  que esas  creencias son la gran verdad, pero en  realidad nuestros ojos y  entendimiento están ciegos pues no queremos despertar nuestra consciencia y  seguimos actuando inconscientemente.

Existen miles de creencias que vienen camufladas de múltiples formas. Puedes absorberlas a través de ideas culturales, sociales, políticas, intelectuales, religiosas, etc.  Algunas de ellas nos inspiran y nos motivan a disfrutar de la vida, pero la mayoría de nuestras creencias están basadas en el temor o en el miedo. Estas son las creencias que debemos identificar, para poderlas reemplazar y liberarnos de sus ataduras.

Estas creencias contaminadas por el miedo, entran directamente a ti, desde que estás en el vientre de tu madre, a través de sus propios miedos. Por eso, existen muchas creencias que manejan tu vida y que te limitan, te hacen sufrir y ni siquiera te das cuenta de que existen porque desde que llegaste a este mundo te han enseñado a vivir de manera mecánica. Cuando comienzas a vivir como un robot, que sigue los lineamientos de lo que dice todo el mundo, te quitan la habilidad de discernir y pensar por ti mismo, entonces tu ya no eres responsable de lo que estás haciendo ni de lo que sientes, porque la responsabilidad la va a llevar la masa, la cultura, la religión, la política, etc.

Las creencias son creadas por intereses propios de ciertas personas, movimientos, partidos, religiones, etc, que llevan a todo un grupo a que participen en sus ideas y actos. Lo que las personas hacen cuando están inconscientes, es seguir el condicionamiento de la masa, porque creen que lo correcto es seguirla, para no sentirse responsables de sus propios actos.

Así mismo ocurre con cada cosa que sigues por ignorante, por no evaluarte, no cuestionarte  o no querer abrirte al conocimiento. Tan sólo observa hoy en día  la cantidad de pautas, modas,  códigos, etiquetas sociales que la masa debe seguir para poder ser aceptada. Por eso, problemas que nos afectan diariamente y que cada vez van más en aumento como el apego material, la dependencia afectiva, la bulimia, la anorexia, el suicidio, la drogadicción, etc. son causados en su gran mayoría por las creencias.  Ellas son las que empujan a la masa a  actuar inconscientemente; por el efecto de las creencias los miembros  de la masa juzgan implacablemente a los que se oponen o no los siguen.

Es demasiado importante que entiendas esto, porque de otra manera no vas a dar el paso para despertar,  ya que piensas que estás equivocado porque así te lo han hecho creer para tenerte dominado.

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Redacción Minuto30

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