Gobierno peruano propone adelantar elecciones para sofocar incendio social

“La cuarta es la vencida” parece ser el lema del gobierno interino de Dina Boluarte para apagar las protestas calleras que dejan un saldo oficial de 50 muertos y cientos de heridos.

En las calles, la gente exige el adelanto de las elecciones para reemplazar a Pedro Castillo, destituido por el Congreso y preso por orden de la justicia de su país. Su mandato iba hasta el 2026 pero sus profundas diferencias con el legislativo le generó una crisis imparable que terminó situando su presidencia dentro de las diez de los últimos diez años, es decir, un símbolo inobjetable de la inestabilidad política y jurídica que acusa el Perú.

Pedro Castillo salió de la presidencia el pasado siete de diciembre y fue detenido mientras buscaba asilarse en la embajada de México. Su esposa Lilia Paredes, está ahora bajo la protección del gobierno de Andrés López Obrador.

La destitución de Castillo disparó la inconformidad pública y desde el mismo día de su destitución y detención, las calles de las principales ciudades peruanas permanecen asediadas por multitudes que exigen además del adelanto de las elecciones, la revocatoria de la constitución del 93 bajo el gobierno de Alberto Fujimori.

El Congreso le dio la espalda a tres proyectos de adelanto de elecciones originados en el seno del legislativo, y la ley autoriza al gobierno para presentar su propio proyecto. A esa facultad acudió Dina Boluarte, quien ha gobernado bajo constante tensión y exigencias de renuncia públicas.

El proyecto de Boluarte es para celebrar elecciones el próximo mes de octubre.

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