Una semana después del accidente, los guardacostas estiman en «más de 5.000 barriles por día (800.000 litros)» el volumen de petróleo que se vierte en el mar. Esos cálculos corresponden a cinco veces la cantidad que se estimaba inicialmente.

Por ese motivo, la ‘marea negra’ -provocada por el naufragio de una plataforma petrolera en el Golfo de México- amenaza ahora con contaminar los frágiles pantanos de Louisiana, en el sur de Estados Unidos.

El gobernador de ese estado, Bobby Jindal, solicitó ayuda federal de urgencia para proteger la costa, tomando en cuenta informaciones «según las cuales una parte de la napa llegará a las costas de Louisiana antes de lo previsto», amenazando al frágil ecosistema con una catástrofe de grandes proporciones.

Una parte de la napa de petróleo, que tiene 965 km de circunferencia, se separó del resto y podría alcanzar directamente este jueves a una reserva natural sobre la costa debido a los vientos fuertes en la zona, dijo Jindal citando informes de la  Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

«Nuestra prioridad absoluta es proteger a nuestros ciudadanos y al ambiente. Esos medios (solicitados) son primordiales para atenuar el impacto de la marea negra sobre nuestras costas», advirtió el gobernador.

«Hemos detectado una nueva fuga», confirmó Michael Abdenhoff, un portavoz de la compañía petrolera BP, que explotaba la plataforma, y señaló que se localiza «sobre las dos fugas que ya estaban presentes».

Dos barreras flotantes fueron desplegadas cubriendo unas 20 millas náuticas frente a las costas de Luisiana para intentar contener el petróleo. Pero, según el gobernador, son insuficientes y haría falta desplegar más.

Las autoridades han recurrido además a otra técnica: para intentar contener la progresión de la marea negra, los equipos de intervención incendiaron el miércoles una porción de la mancha. Una flotilla desplegada por los guardacostas y por BP logró rodear parte de la fuga y atraparla entre las barreras flotantes. Una «pequeña boya» fue enviada de inmediato al interior de esa mancha e inició un fuego con éxito, según los guardacostas.

Pero un cambio en la dirección de los vientos amenazaba con anular los efectos de este ensayo de incendio «controlado».

En el pasado, intentos similares tuvieron éxito en quemar entre el 50 al 90% del petróleo atrapado. Los equipos tienen la intención de continuar con los incendios en los próximos días.

Incendiar la mancha de petróleo también trae nuevos problemas ambientales, despidiendo enormes nubes de humo negro tóxico hacia el cielo y dejando residuos aceitosos en el mar, por lo cual estas operaciones deben ser constantemente monitoreadas.

La plataforma se hundió dos días después de producirse el pasado 20 de abril una explosión y un posterior incendio a bordo. Once personas se reportan aún como desaparecidas.

NUEVA ORLEANS (AFP)


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Redacción Minuto30

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