Alberto Contador permitió ganar al venezolano José Rujano

Segunda gran ascensión del Giro y segundo hachazo de Alberto Contador, que permitió ganar al venezolano José Rujano (Androni) la 13ª etapa después de atacar y viajar en cabeza los ocho últimos kilómetros de la ascensión al macizo austríaco del Glossglockner [Narración].

Los rivales del pinteño parecen decididos a luchar por el segundo puesto final en el podio. Vincenzo Nibali (Liquigas) y Michele Scarponi (Lampre), que al menos dio un acelerón a 10 kilómetros del final, dan palmas para acompañar el pasodoble español en la montaña.

El francés John Gadret (Ag2r) se destapa como hombre de la general, pero también lejísimos de Contador, como los españoles Igor Antón (Euskaltel), David Arroyo (Movistar) y Joaquím Rodríguez (Katusha), o el ruso Denis Menchov (Geox), que perdieron otros 1:35 minutos, más los 12 segundos de bonificación, frente a la maglia rosa.

La nueva clasificación general aferra a Contador en el liderato con 3:09 sobre Nibali, 3:16 sobre Scarponi, 3:25 sobre Arroyo y 3:29 con Kreuziger. «Es una ventaja muy buena, pero aún queda mucho Giro», dijo el líder en la primera entrevista televisada.

«Ha sido una etapa increíble, dura. A mitad de puerto he visto que las piernas me respondían y me he decidido a atacar para dar un buen golpe en la clasificación general», precisó Alberto Contador, que ha dejado a los seguidores italianos muy tocados.

El Saxo Bank corre con una tranquilidad pasmosa. Dicen que el equipo de Contador es su punto débil, pero la inteligencia en carrera le permite trabajar lo menos posible. Y luego está la forma del hombre de rosa, inaccesible para cualquier otro de los 180 corredores que tomaron la salida después del abandono en masa de los esprinters.

La formación de una escapada de 16 hombres, con Ángel Vicioso, Rafa Valls, Alberto Losada y Pablo Lastras, pero ningún corredor del Euskaltel, quitó automáticamente la responsabilidad a los corredores de Bjarne Riis, ya que fueron los de naranja quienes bordaron el trabajo para anular la fuga. Querían limpiar la carretera para su líder, Igor Antón, pero el más beneficiado, además de Rujano, fue el dueño de este Giro. Los brillantísimos kilometros cuesta arriba de Mikel Nieve resultaron decisivos en el desenlace de la jornada austríaca.

Los etapones de montaña que se avecinan pueden mostrar ahora a un Contador conservador, o bien al caníbal del Etna y del Grossglockner. La etapa de mañana, polémica y que a estas horas aún intentan anular algunos equipos con insistencia ante la UCI puede tomársela con total tranquilidad. Pero viendo a la maglia rosa y a sus circunstancias, Alberto parece completamente decidido a ganar sus sexta prueba de tres semanas por paliza. Aunque él diga que no pretende demostrar nada a nadie, los hechos hablan con absoluta claridad.

Con información de elmundo.es