Al menos 357 reos muertos y medio centenar de heridos dejó un incendio en la cárcel de Comayagua, 90 km al norte de Tegucigalpa, en el centro de Honduras, aseguró este miércoles el ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, admitiendo que esas cifras podrían aumentar.

©AFP / orlando sierra Un funcionario lee ante cientos de familiares los nombres de reclusos muertos

«Se está hablando de un número de 357 (presos) que perecieron y aproximadamente 50 entre heridos y quemados. Esto es lo que nos dice medicina forense y lamentablemente la cifra podría ser mayor», dijo a la AFP Bonilla en la granja penal, ubicada cerca de la base aérea militar estadounidense de Palmerola.

El siniestro habría comenzado a eso de las 22H50 locales del martes (04H50 GMT del miércoles) por causas aún desconocidas, y fue controlado unas tres horas después, precisó a la AFP el director de Centros Penales, Danilo Orellana.

©AFP / orlando sierra La estimación de muertes subió a 272 en la cárcel de Honduras

El funcionario añadió que se investigan dos versiones, una es que el incendio habría sido provocado por un cortocircuito y la otra por uno de los reclusos.

«Es bastante grave la situación, la mayoría murió por asfixia y calcinados. No se trata de un motín, tomaron fuego varios módulos y se investigan las causas», declaró Orellana, desde el lugar de la tragedia.

Orellana descartó un amotinamiento, como señalaron informes preliminares, pues «incluso los policías ayudaron a sacar a los reos al patio», agregó.

«Está entrando todo el equipo de forenses, aún es todo muy preliminar. Los reos -que lograron salvarse- están en el patio, mientras se controla la situación», agregó el jefe de penales.

Decenas de quemados y heridos están siendo trasladados a varios hospitales de la ciudad de Comayagua. En la granja penal estaban recluidos unos 900 presos, mientras que su capacidad era de la mitad.

El área del centro penal está fuertemente custodiada por el Ejército y la Policía y varios familiares de los presos permanecen apostados afuera de la prisión, desesperados esperando noticias de sus familiares.

©AFP / orlando sierra Familiares de presos aguardan noticias

Según relatos de testigos, algunos de los reclusos que consiguieron escapar de las llamas rompieron el techo; en tanto que hay versiones preliminares de que varios reos se fugaron.

Cientos de familiares se habían agolpado al amanecer del miércoles en las puertas de la granja prisión, ubicada unos cinco kilómetros al norte de la base aérea militar estadounidense de Palmerola.

«Mi hermano Roberto Mejía estaba en el módulo seis. Me han dicho que los de la seis están todos muertos», afirmó bajo el efecto de la conmoción Glenda Mejía, interrogada por la AFP.

A su lado Carlos Ramírez también esperaba noticias de su hermano Elwin, detenido por asesinato y quien también estaba en el módulo seis. «No me han dicho nada», expresó con la voz quebrada.

La prisión es un complejo agrícola ubicado a 500 metros de la carretera que une San Pedro Sula, la capital económica de Honduras, y Tegucigalpa, asiento del gobierno.

En este centro penitenciario los reclusos se dedican, entre otras actividades, al cultivo de hortalizas y la cría de cerdos.

En mayo de 2004, un centenar de reos murieron calcinados en un incendio en el presidio de San Pedro Sula, debido, según las autoridades, a problemas estructurales de la prisión.

Honduras cuenta en la actualidad con 24 establecimientos penitenciarios con capacidad para albergar 8.000 personas, pero la población carcelaria sobrepasa las 13.000. COMAYAGUA, Honduras (AFP)

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Redacción Minuto30

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