Robin Gibb, uno de los últimos miembros del grupo de pop los Bee Gees, murió el domingo 20 de mayo, tras sufrir una neumonía y haber luchado por varios años contra el cáncer.
Hasta su muerte, Robin seguía involucrado en la música, y en el verano de 2011 trabajó en un álbum de concepto clásico, el Réquiem para Titanic, que lo compuso con su hijo Robin-John —a pesar de que estaba demasiado enfermo con neumonía para asistir a su estreno en Londres el 10 de abril de 2012.
Gibb también tuvo un papel destacado en la protección de los derechos de los compositores cuando asumió la presidencia de la CISAC, la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores.
“La familia de Robin Gibb, de los Bee Gees, anuncia con gran tristeza que Robin ha fallecido hoy tras su larga batalla contra el cáncer y una cirugía intestinal”, dijo su representante en un comunicado. “La familia ha pedido que su intimidad se respete en este difícil momento”.
Información Previa
A pesar que hace unos días sus médicos le dieron la noticia que su cáncer de hígado y colon estaba en remisión, ahora Robin Gibb, uno de los vocalistas de la legendaria banda Bee Gees, se encuentra grave debido a una pulmonía.

Los médicos sospechan que el sistema inmune de la estrella de 62 años está muy débil y que no podría superar la neumonía. Es más, su pérdida de peso mantiene en alerta a sus familiares.
“Su cuerpo está sufriendo y los médicos temen por él, pero Robin quiere ganar la batalla”, comentó un amigo de la familia.
Debido a su estado, su hermano Barry ha volado desde Tennessee (EE. UU.) hasta la clínica en Londres (Reino Unido) donde está internado Robin.
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